Tras permanecer internado las últimas semanas en el instituto Fleni, murió el fiscal federal con competencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires Jorge Di Lello, a sus 72 años. Hasta horas antes de su fallecimiento, fue sometido a distintos estudios médicos.
Sus problemas de salud empezaron a mediados del año pasado, cuando contrajo un virus, razón por la cual estaba internado. Luego, tuvo una obstrucción en la carótida y después, un ACV isquémico que no le dejó secuelas.
Di Lello, un histórico habitante de Comodoro Py, no solo actuaba en primera instancia, sino también ante la Cámara Electoral. Llegó a su fiscalía merced a su relación con Gregorio “Goyo” Corach, el camarista laboral y hermano de Carlos Corach, quien fue el que finalmente le ofreció la fiscalía en 1992 cuando Carlos Menem estaba delineando el fuero federal a su gusto.
Di Lello era peronista. El funcionario era fiscal federal penal y, al mismo tiempo, fiscal federal con competencia electoral de la Capital Federal. Doble cargo en un lugar clave de la Justicia federal.
El año pasado impulsó una investigación penal contra el expresidente Mauricio Macri y los exdirectores de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por presuntos hechos de espionaje ilegal. Anteriormente, había imputado a Macri por la concesión de rutas aéreas a la empresa Avianca.
Di Lello no ocultaba su pasado en Montoneros y solía trenzarse en sabrosas charlas políticas con la pasión de un militante de 20 años. Estuvo detenido poco más de un año por su participación en la logística de un golpe de la organización.
Tenía un gran compromiso social, lo que lo llevó a hacer trabajos en villas, donde se dictaban talleres para capacitar en la legislación electoral y facilitar el acceso a la Justicia de las personas con menos recursos.
Di Lello fue el fiscal del caso Ciccone, en la causa contra Amado Boudou al impulsar el caso por enriquecimiento contra el ex vicepresidente. Se quedó con todo el expediente que había impulsado su vecino Carlos Rívolo, que allanó el departamento de Boudou, cuando Daniel Rafecas era el juez del caso.
Con bajo perfil, impulsó las investigaciones de enriquecimiento contra Héctor Recalde y Katya Daura. Sumado a esto, con César Milani fue el impulsor del caso por sus bienes que terminó con el militar procesado por enriquecimiento ilícito y camino al juicio oral.
También tuvo el caso por desvío de fondos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo y fue, además, el fiscal que apeló la absolución de Gustavo Béliz tras el juicio en su contra por haber mostrado en televisión la foto del exespía Antonio Stiuso.
Di Lello nació en 1949 e ingresó a la Procuración General de la Nación en septiembre de 1992. Fue, a su vez, titular de la Unidad Fiscal para la Investigación de delitos cometidos en el ámbito de actuación del Registro Nacional de Armas, creada por el procurador Esteban Righi en 2005. Su hijo, Matías Di Lello, fue secretario del juez Claudio Bonadío y en 2012 juró como fiscal federal de San Nicolás.
Hijo de una ama de casa y un militar del Ejército que participó de la Revolución Libertadora, se formó en el Nacional Buenos Aires, al que reivindicaba con orgullo, y estaba casado desde hacía más de cuatro décadas. Fanático de los autos, tenía una chacra en Mercedes, provincia de Buenos Aires.