Rocío Sánchez Moccia fue a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 luego de haber sido madre por cesárea el 10 de marzo. La volante de Las Leonas contó cómo vivió los días separada de su hija y los cambios que tuvo con la lactancia.
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Sánchez Moccia posteó en su cuenta de Instagram un mensaje sobre lo diferente y costoso que fue separarse de su hija recién nacida, a sus 33 años.
“No sabía si subir o no subir esto, pero recién nos sacamos una foto que me identifica hoy con Fran y que me costó y todavía quizás un poco me cuesta aceptar pero es lo que somos hoy y también éramos en la primer foto”, escribió.
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Uno de los cambios más resonantes que tuvo Rocío con su hija Francesca fue la lactancia.
“Mientras estuve en Japón me saqué leche todos los días, 3 a 4 veces por día , para poder tener aunque sea algo de cantidad para volver e intentar otra vez darle la teta, y lo hice feliz y con amor. Sin embargo eso nunca pasó. Fran no quiso volver a tomar la teta, lo intenté, mejor dicho lo intentamos pero no funcionó”, contó Sánchez Moccia.
“Esto también fue parte de mi decisión cuando decidí intentar jugar los Juegos Olímpicos , y al final las dos cosas tuvieron final feliz. Siempre hay más de lo que se imaginan, que no se ve en unas fotos o historias de Instagram”, cerró con su publicación.
El mensaje de Rocío Sánchez Moccia en sus redes sociales
“No sabía si subir o no subir esto, pero recién nos sacamos una foto (última foto) que me identifica hoy con Fran y que me costó y todavía quizás un poco me cuesta aceptar pero es lo que somos hoy y también éramos en la primer foto. Mamá e hija, juntitas.
Francesca tomó leche materna desde el día que nació, fuimos unas afortunadas en poder transitar todo lo que fue la lactancia sin ningún problema, pero después empecé a entrenar y por tiempos decidí empezar con lactancia mixta, y en mi cabeza siempre pensaba volver a darle la teta cuando volviera de los Juegos Olímpicos.
Mientras estuve en Japón me saqué leche todos los días, 3 a 4 veces por día , para poder tener aunque sea algo de cantidad para volver e intentar otra vez darle la teta, y lo hice feliz y con amor. Sin embargo eso nunca pasó. Fran no quiso volver a tomar la teta, lo intenté, mejor dicho lo intentamos pero no funcionó.
Me dolió, pero también la entendí, fueron muchos días sin tomar su tetita y ella también está bien con su mamadera y su leche de fórmula, que es igual de buena, rica y saludable como es mi leche materna. Si ella está feliz así, yo también.
Esto también fue parte de mi decisión cuando decidí intentar jugar los Juegos Olímpicos, y al final las dos cosas tuvieron final feliz. Siempre hay más de lo que se imaginan, que no se ve en unas fotos o historias de Instagram”.