La pandemia sacudió al mundo y cambió la vida de las personas. Las visitas se volvieron algo limitado y muchas de las actividades diarias debieron practicarse en las casas, puertas adentro. Julia Fulkerson, una abuela estadounidense de 102 años, junto a su bisnieto Brody de seis, son un reflejo de lo que el Covid-19 obligó a modificar.
Se trata de una mujer que, a pesar de su edad -algo que no aparenta-, sabe disfrutar al máximo. Así se le puede observar en el video en el que está haciendo gimnasia junto a Brody, que arrasó en las redes sociales y conmovió a miles de usuarios.
Mientras el chico seguía las indicaciones de su clase de educación física, su bisabuela lo acompañaba al pie de la letra con mucho entusiasmo y alegría.
Ángela, la mamá del niño, compartió la filmación en su cuenta de Instagram, con mucha emoción. “¡Post importante!”, anunció. Y explicó: “Finalmente pudimos pasar tiempo con seguridad con la bisabuela de Brody en Ajo los últimos dos días. ¡¡Ella tiene 102!! (¡Y mitad!) Hoy Brody la presentó a su clase de primer grado. Por favor, desliza para verla participar en su clase de educación física. Honestamente, este fue uno de los momentos más especiales de la historia”.
Sin embargo, la mamá de Brody jamás imaginó la magnitud que cobraría su video. Es que en tan solo dos semanas, la abuela Julia recorrió el mundo a través de las redes sociales, se hizo famosa y alegró a miles de personas.
“¡Santo cielo! ¡Quién diría que este negocio viral era tan intenso! Los últimos días han sido una locura, de la mejor manera. ¡Brody y la bisabuela han iluminado completamente las noticias e Internet!”, escribió Ángela en una nueva publicación.
Y agregó: “No podría estar más agradecido de que el mundo viera y se regocijara en lo increíble que es esta dama. Ella es verdaderamente una leyenda y trae tanta alegría a tantos corazones, no conozco a nadie más digno de esto. Y si puedo intentar resumir: literalmente se volvió global, pero lo que más significa para ella es que esto puede convertirse en el periódico local de su pequeña ciudad natal”. “¡Te amamos abuela Julia!”, finalizó.