Las Leonas levantaron con orgullo la segunda presea de la delegación nacional en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Pese al dolor de haber perdido la final ante Países Bajos, la plateada mostró el orgullo del equipo con los cantos de festejo.
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Belén Succi fue una de las más conmovidas al terminar el partido y fue la más buscada por sus compañeras, incluso por las árbitras. A sus 35 años podría haber jugado su último partido con la Selección.
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En la entrega de medallas, cada atleta le colocaba una presea a su compañera más cercana: todas terminaron en un abrazo.
Las Leonas terminaron en el podio olímpico, con la alegría de alcanzar una vez más la elite mundial y con la frente siempre en alto al grito de “soy argentina, es un sentimiento, no puedo parar”.