Este martes cerca de las 21.10 partió hacia Moscú el vuelo de Aerolíneas Argentinas, que debería haber salido el domingo, para buscar 600.000 mil dosis de la vacuna Sputnik V. Luego de varias postergaciones, la novedad de estas horas es que las dosis llegarían este jueves, pero en lugar de ser 600.000, vendrá apenas más de un tercio de las estipuladas: 220.000 (110.000 del componente 1 y 110.000 del componente 2).
El pasado martes, desde el Ministerio de Salud reiteraron lo que ya venían explicando desde el domingo: que la fecha de salida del vuelo era todavía incierta, que esperaban la aprobación desde Rusia y el retraso se debía a “cuestiones logísticas” que no fueron detalladas.
No obstante, la falta de información dio lugar a distintas versiones:
El propio CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Kirill Dmitriev, este martes dio una entrevista a la televisión estadounidense (CNBC), en la que afirmó que, al igual que le está ocurriendo a Pfizer y AstraZeneca, ellos también podrían tener “demoras en la producción”, ya que “las vacunas utilizan muchos componentes, y si hay un tema de suministro con alguno, se demoran las cosas”.
Por otro lugar, algunos medios nacionales manifestaron que “de ningún modo la demora se debió a una falencia en la producción desde Rusia”. Según una fuente, el problema recaería entonces en “cuestiones de producción de la vacuna”, a cargo del Centro Gamaleya y del RDIF. Tal como le está ocurriendo a casi todas las farmacéuticas con desarrollos contra el Covid, Rusia estaría sufriendo un desborde por la alta demanda de dosis contra el coronavirus.
Para su transporte, en la bodega de un Airbus 330 entran 600.000 dosis, si están puestas en cajas Thermobox. Pero si el empaquetamiento variara por algún motivo, esa capacidad ser vería dramáticamente modificada.
Así que, sea por la necesidad de modificar el packaging como por la intención de traer muchas más dosis, lo cierto es que Aerolíneas Argentinas está optimizando el avión que operó los vuelos de repatriación a China. Quitando una parte de las 243 butacas para pasajeros.
El objetivo es quitar 120 asientos en total, una tarea que lleva alrededor de 10 días, aparentemente. La nave estaría lista a fines de esta semana o comienzos de la otra.
Sin embargo, no se descarta (incluso desde el Ministerio de Salud, aunque no pudieron precisar fechas) que el avión que ahora traerá las 220.000 dosis haga, antes de que la otra aeronave esté “a punto”, con 120 asientos menos, un nuevo viaje para traer más dosis de la vacuna rusa.