Argentina es un país que se destaca por los lugares únicos y soñados en cada punto del país, miles de destinos que deslumbran por sus paisajes y belleza natural, pero hay cuatro que marcan una diferencia: Salta, La Rioja, Neuquén y Río Negro.
Cono de Arita, Salta
El Cono de Arita es considerado una de las pirámides casi perfectas del Salar de Arizaro, provincia de Salta, que se caracteriza por rocas volcánicas y sal, razón por la que muchas veces se la nombra como “huellas hirientes”.
Para llegar a este lugar, desde la ciudad de Salta son 600 kilómetros, y hay que ir por la Ruta Nacional 51 hasta Tolar Grande. Una vez que se ingresa al pueblo, que tiene un camino de tierra que llega hasta el Paso de Socompa en la frontera con Chile, se debe seguir la señalización durante 70 kilómetros más.
La mejor estación del año para ir a conocer el Cono de Arita es la primavera, de septiembre a noviembre, en donde las temperaturas oscilan los 25°C. La segunda opción es ir entre marzo y junio, en donde también hay un clima agradable.
Cráter Corona del Inca , La Rioja
Otro de los destinos más aconsejados está en La Rioja. Se trata del Cráter Corona del Inca, ubicado sobre la Cordillera de los Andes, más bien escondido entre los volcanes más altos del planeta. Además, lo que impacta es que en el interior descansa una laguna de aguas azules, alimentada por grandes Glaciares perennes.
Para llegar, hay que realizar una travesía que comienza antes del amanecer en las localidades de Vinchina o Alto Jagüe, el último pueblo en el camino que conduce a la Cordillera. Durante el recorrido, se visita la Quebrada del Peñón, la Reserva Provincial Laguna Brava y la Pampa del Veladero.
Es uno de los destinos más difíciles para arribar, y únicamente es accesible a partir de diciembre y hasta los primeros días de abril. Durante una buena parte del otoño, todo el invierno y casi toda la primavera, suelen permanecer bloqueados los accesos por las nevadas.
Laguna Escondida, Neuquén
Laguna Escondida es un pequeño depósito natural de agua cristalina que se encuentra en en Caviahue, una localidad del departamento Ñorquín de Neuquén, precisamente sobre la Ruta Provincial 26, a orillas del lago Caviahue.
Este atractivo natural está rodeado de un paisaje soñado y ofrece una experiencia única con la naturaleza. Las aguas cristalinas reflejan los colores del cielo y las montañas circundantes. Además del alucinante paisaje, se pueden observar una gran variedad de aves y animales silvestres.
Para llegar a Caviahue desde Neuquén, hay que viajar por la Ruta Nacional N°22 y, una vez que se llega a la localidad, seguir hasta la calle 8 de Abril, en donde resta caminar hasta el cruce con Volcán Copahue.
Conocer la laguna puede ser un gran desafío para muchos porque requiere una caminata en ascenso, pero no tiene muchas dificultades y vale la pena hacerlo. Esta actividad es apta para toda la familia, desde los más chicos hasta los más grandes.
Valle de la Luna, Río Negro
Valle de la Luna es un destino único por su paisaje surrealista. Está en General Roca, una ciudad ubicada a más de 500 kilómetros de Viedma, que brinda la posibilidad de estar en un entorno desértico.
Este paraíso natural se caracteriza por un terreno árido y una serie de formaciones rocosas que parecen de otro planeta. A medida que uno camina por el valle, se encontrará con pilares de piedra, acantilados afilados y crestas ondulantes, todos esculpidos por el viento y el agua a lo largo de los siglos.
El camino que hay que seguir para llegar al valle es el siguiente: desde el centro de la ciudad hasta la rotonda de la Ruta Nacional N°22 y Avenida Roca. Luego, continuar por la misma dirección y agarrar la Ruta Provincial N°6 en la rotonda de Paso Córdoba.
Después de cruzar el puente, continuar unos 4 kilómetros por la Ruta Provincial N°6 hasta llegar a dos pequeñas capillas de Ceferino Namuncurá y el Gauchito Gil. Allí, se debe bajar del auto y tomar un sendero de tierra hacia el río para recorrer el camino durante un kilómetro.
La zona es un lugar ideal para descansar en familia o con amigos, llevar mate y reflexionar, explorar y descubrir la historia geológica del Valle de la Luna. Para terminar la visita se puede subir al Mirador de las Tres Cruces, un punto panorámico que queda en la Ruta Provincial 6 que brinda una increíble vista de la ciudad de General Roca.