En un contexto de preocupación por la inminente llegada de la segunda ola de coronavirus al país, y con un porcentaje muy bajo de la población con la primera dosis de la vacuna, el Gobierno reconoció que volvería a tomar “medidas excepcionales” de ayuda económica para quienes más lo requieran.
Así lo afirmó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien se refirió a “medidas excepcionales que se evaluarán en el momento”, sin precisar si serían las ya aplicadas en 2020, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
“La vuelta del IFE y del ATP no está en el presupuesto. Yo tengo que sostener la asistencia alimentaria, crear 300.000 puestos de trabajo, urbanizar 400 barrios y poner en marcha 800 jardines. Si hay un rebrote, si se complica la situación sanitaria, vamos a tomar medidas excepcionales que vamos a evaluar en el momento, pero lo vamos a hacer”, dijo Arroyo en TN.
Desde que se implementó en 2020, el IFE alcanzó a 9 millones de personas con tres pagos de $ 10.000 entre abril y septiembre. Para esos pagos —que se hicieron a desocupados, titulares de asignaciones, empleadas domésticas, trabajadores informales y monotributistas de categorías bajas— el Estado destinó $ 270.000 millones.
El ATP por otro lado, una ayuda a empresas mediante la cual el Estado asumió el pago de hasta el 50% de los salarios de los empleados, se mantuvo durante varios meses, hasta que terminó en diciembre.
Dijo Arroyo: “El año pasado se cerró toda la actividad. Para mí, abril, mayo y junio fueron los meses más complicados porque desbordaron los comedores. Este año es distinto: si una maestra o un alumno tiene coronavirus, se cierra el aula, no la escuela; si una fábrica tiene problemas, no afectará a todo el sector productivo”.