En su primero gran acto de Gobierno, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desmanteló hoy parte del legado político de su antecesor republicano Donald Trump, al firmar decretos para reincorporar a su país al Acuerdo de París sobre cambio climático y frenar su retirada de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En otro golpe a las políticas de Trump en sus primeras horas en la Casa Blanca, pero en el plano interno y en materia inmigratoria, el nuevo mandatario demócrata firmó otro decreto que suspende la construcción del muro en la frontera con México y revocó una veda al arribo de ciudadanos de Irán, Siria y otros cinco países de mayoría musulmana.
Luego de que el coronavirus se cobrara la vida de más de 400.000 personas entre más de 24,5 millones de infectados en Estados Unidos, Biden cumplió también con una más de sus promesas de campaña y decretó asimismo que sea obligatorio el uso de mascarillas en los edificios federales y para los empleados del Gobierno central.
Para paliar los efectos de la crisis económica inducida por la pandemia, que hundió al país en la recesión, Biden anunció además una extensión de moratoria federal contra los desalojos hasta el 31 de marzo y un congelamiento de los préstamos estudiantiles federales hasta el 30 de septiembre.
“Con el estado de hoy de nuestra nación, no hay tiempo que perder. No hay mejor momento para empezar que hoy”, dijo Biden, con tapabocas, a periodistas sentado en el Salón Oval por primera vez como presidente de Estados Unidos.
El mandatario agregó que sus decisiones eran apenas “puntos de partida” para empezar a honrar sus compromisos con el pueblo estadounidense.
“Hay un largo camino que andar. Estos son solo decretos. Pero vamos a necesitar leyes para muchas de las cosas que que vamos a hacer”, agregó Biden, cuyo Partido Demócrata controla técnicamente ambas cámaras del Congreso, pero enfrenta un Senado muy dividido.
El nuevo presidente demócrata firmó las “órdenes ejecutivas” horas después de jurar su cargo en el Capitolio, dejando rápidamente atrás su abreviada ceremonia de asunción para comenzar a implementar su agenda política.
Los decretos, directivas y memorandos buscan dar un giro de 180 grados de inusitada velocidad en las políticas federales adoptadas por Trump en su polémico mandato de cuatro años. Solo dos mandatarios recientes firmaron decretos el mismo día que asumieron, y cada uno de ellos firmó uno solo.
Pero Biden, enfrentado a la le crisis del coronavirus, buscó mostrar su determinación y competencia para empezar a resolver de manera urgente cuestiones que, según afirma, fueron mal manejadas por su predecesor republicano, como la retirada de la OMS bajo acusaciones de que manejó mal el coronavirus y encubrió a China.
Entre los documentos firmados hoy por Biden, uno da marcha atrás en el proceso de desvinculación de Estados Unidos de la OMS, informó la agencia de noticias AFP. Trump, había notificado el año pasado al organismo de salud de la ONU de la salida de su país, pero ésta iba a hacerse efectiva recién a mediados de este año.
Como parte de la decisión de Biden de volver al organismo de salud de la ONU, el inmunólogo del Gobierno Anthony Fauci va a intervenir en nombre de Estados Unidos, como jefe de su delegación, en una reunión del Consejo Ejecutivo de la OMS el jueves, dijo hoy Jeff Zients, encargado de la respuesta a la pandemia del nuevo Gobierno.
Para el exvicepresidente y exsenador demócrata, la lucha contra el calentamiento climático es otra prioridad de su mandato.
Apenas llegado a su despacho, Biden firmó la orden sobre el Acuerdo de París y envió un correo a la ONU para que Estados Unidos pueda volver en un mes al pacto internacional contra el calentamiento global. “Vamos a combatir el cambio climático de una forma que no habíamos intentado hasta ahora”, dijo el mandatario a periodistas tras firmar los decretos.
Biden también revirtió una serie de medidas de desregulación ambiental tomadas por el gobierno republicano. Entre ellas va a revocar la autorización para el controvertido oleoducto de Keystone XL, que une Estados Unidos y Canadá.
En materia de política migratoria, el demócrata revocó la ola de decretos que conformaron la doctrina de Trump, que buscó que la lucha contra la inmigración irregular, especialmente de mexicanos y musulmanes, fuera un sello de su Gobierno.
Biden anuló un decreto migratorio muy controvertido que prohíbe la entrada en Estados Unidos de portadores de pasaportes de siete países mayoritariamente musulmanes, entre ellos Irán y Siria.
Además, decretó la suspensión de los trabajos de construcción del muro antiinmigrantes en la frontera con México, financiado con presupuesto del Pentágono, lo que generó agrias pugnas que agitaron la presidencia de Trump.
También respecto de la inmigración, aunque en el ámbito legislativo, se espera que Biden presente un amplio proyecto de ley al Congreso en las próximas horas para regularizar a millones de indocumentados en el término de ocho años.
Uno de los principales puntos es que va a dar a cerca de 700.000 jóvenes llegados como indocumentados en la infancia acompañando a sus padres, el colectivo conocido como los “soñadores”, una vía para su naturalización.