La nueva película de Netflix, “Cielo de medianoche”, es un relato sobre el fin del mundo que conocemos. La historia sigue dos hilos narrativos en paralelo: En uno, un científico solitario que ocupa una estación en el Ártico y que vive los últimos días de existencia de la humanidad en la Tierra. En el otro, una tripulación de exploradores interplanetarios que, abordo de una nave espacial, serían la última esperanza de la humanidad.
La trama ha sido enmarcada como una muestra del aislamiento al que el mundo se vio enfrentado durante varios meses - y que podría volver a ocurrir en tiempos futuros-. Eso sí, sin olvida que es una película de Ciencia Ficción. El filme dirigido y protagonizado por George Clooney se encuentra basado en la novela de 2016 de Lily Brooks-Dalton llamada “Good Morning, Midnight”.
“Hay un deseo en esta historia. Es esa necesidad real de conectar, de conectar profundamente. Y también está la cuestión que te carcome: qué es capaz de hacer la humanidad por la humanidad”, aseguró Clooney sobre su nuevo proyecto.
Un dato relevante es que, además de coproducir y dirigir, a Clooney le fascinó el papel de “Augustine”, un astrónomo envejecido y solitario que tiene la mala suerte de ver en primera fila el colapso de la civilización. “Ha logrado cosas maravillosas pagando el alto costo de tener una conexión nula con seres humanos. Y el arrepentimiento que siente es muy grande”, aseguró el famoso actor sobre su personaje.
Por otro lado, a millones de kilómetros de distancia, se encuentra la astronauta “Sully” en la nave espacial Aether intentando recuperar la comunicación con el planeta Tierra que, sin saber por qué, se ha quedado mudo. La producción quiso desde un principio que Felicity Jones interpretara este personaje y así fue.
“Me sentí muy emocionada cuando leí el guion de ‘Cielo de medianoche’” —contó Jones—. “Lo encontré muy conmovedor y sentí lo mismo con el libro. La historia caló hondo en mí, no dejé de pensar en Sully y sus compañeros en la nave espacial. Que estuvieran flotando en medio de la nada, tratando de hacer conexión y obtener respuestas me atrajo creativamente en ese momento. Quería involucrarme más con Sully, quería saber quién era ella”.
Sobre las impresionantes locaciones que se pueden ver en la película, la producción se instaló en el glaciar Vatnajökull, el campo de hielo más grande de Islandia (y el segundo de toda Europa), donde las tormentas de nieve y las vistas gélidas no necesitarían recrearse. Octubre era el único mes para que la producción se hiciera: antes, no había nieve y después, estaría excesivamente frío: “O sea, el hielo que se ve en mi barba es real” —contó Clooney—. “Si entraba por unos diez minutos, se derretía, pero apenas me subía a la moto de nieve y me echaba agua en la barba, en segundos se volvía a congelar”.