Carlos Salvador Bilardo, desde el miércoles 25, cuando se supo la noticia de que Diego Maradona murió, el exentrenador de la Selección Argentina sólo ve Netflix o escucha algunos temas musicales de su ritmo preferido, la cumbia.
Fue su hermano Jorge el que informó a los medios que ese día apagaron el televisor y le dijeron que “se cortó el cable”. Desde entonces la familia está buscando la mejor manera de avisarle la situación sin que le afecte la salud: “La noticia es algo que va a estar cuatro, cinco o veinte días en los medios y eso complica porque Carlos ve televisión y muchos partidos. Hablé con (Oscar) Ruggeri y se va a juntar con dos o tres muchachos para ver cómo está. Vamos a ver cómo reacciona y qué pasa”, explicó en una entrevista con “Radio Provincia”.
“Diego fue mucho en su vida. Había una conexión con Coco Villafañe, padre de Claudia. Le hicimos la casa, se la amueblamos. Mi señora iba con Claudia a comprar la ropa de las chicas, y de hecho, Claudia fue dos o tres veces a ver a Carlos en este último tiempo”, confesó el hermano menor del campeón mundial.
A los 82 años y recuperándose favorablemente del síndrome de Adam-Hadkim, Bilardo es sensible y su círculo íntimo trata de que no reciba ningún disgusto. Si no se enteró del fallecimiento de Oscar Malbernat y José Luis Brown, el 9 de agosto y el 13 de septiembre del año pasado, más difícil será revelarle la muerte el “10″.
De hecho, su hija Daniela se niega a que se lo digan y prefiere verlo así, feliz, aunque no sepa la trágica noticia. Ella lo sigue de cerca y está pendiente de todos sus movimientos, incluso fue la encargada de reservar y pagar el alquiler del departamento donde vive ahora, quien siempre está acompañado por dos enfermeros por turno. Está en el barrio de Flores, a una cuadra de su casa y cerca de la de su madre, Gloria, quien lo visita diariamente.
Miguel Angel Lemme, colaborador suyo en Sevilla, la Selección de Libia y Estudiantes también lo visita cada martes y viernes: “Lo vi esta semana y estaba fenómeno. Jugamos al dominó y me hizo mula. Después, se sentó en un sillón y yo le tiraba la pelota a la izquierda y a la derecha y me la devolvía lejos. ‘Me hacés correr’, le decía y se reía”, le contó a diario “Clarín”.
“Vimos 10 minutos de River y 10 minutos de Boca y me dijo ‘me aburro’. No es conveniente que se enteré de que se murió Maradona; a Diego lo quería como un hijo”, dictaminó Lemme.