Luego de la exposición de Ginés González García en Diputados, en la que estimó que la inmunización de rebaño se podría alcanzar en julio, el Ministerio de Salud anunció que piensa enfrentar una nueva ola de casos de coronavirus con “un enfoque mucho más temprano”, para reducir la cantidad de pacientes que lleguen a las unidades de terapia intensiva y bajar de esta forma la mortalidad.
“Desde el punto de vista de la enfermedad en sí hay pocos cambios (a lo que fue el inicio de la pandemia). Hay mutaciones del virus, pero la enfermedad es la misma. Lo que ha cambiado es el enfoque, porque hay más evidencias, respecto al tratamiento y la importancia de hacerlo temprano”, sostuvo el secretario de Calidad en Salud, Arnaldo Medina.
El funcionario nacional subrayó en una entrevista radial que para la primera ola de COVID-19, en el primer semestre de 2020, la Argentina se había “preparado mucho para la terapia intensiva, expandir la cantidad de camas, lograr que nadie se quede sin la posibilidad de tener un respirador si le hacía falta”.
“En cambio, para la segunda ola, que estamos esperando en nuestro país, hoy se está buscando tener un enfoque mucho más temprano, en la clínica médica, en las áreas de Emergencia, en la atención primaria”, destacó el integrante de la cartera de Ginés González García.
Medina destacó que el cambio en el enfoque sanitario se basa en que “todo aquello que se haga con un paciente tempranamente va a permitir que llegue en mejores condiciones a la terapia intensiva o directamente no llegue”.
Por este motivo, planean enfocarse en la oxigenoterapia, la aplicación de plasma de convalecientes y de suero equino hiperinmune.
Por otra parte, se refirió a la provisión de vacunas contra el coronavirus y señaló que “se sigue negociando con los laboratorios para ampliar la cantidad de vacunas”.
“Tenemos asegurada la provisión para este año, lo que más interesa es que sea lo antes posible para acelerar la campaña de vacunación”, expresó.
Y cerró: “Estamos buscando proveernos lo más rápido de vacunas. Hemos sido uno de los primeros países del mundo en comenzar la vacunación”.
La Argentina se acerca a los dos millones de casos positivos de COVID-19, enfermedad que provocó la muerte de 48.700 personas en el país.