Sin margen para grandes acuerdos con la oposición y en plena campaña electoral, en Cambiemos vaticinan un año parlamentario "con pocas sanciones" de leyes y sin avances en la eternamente prometida reforma integral del Código Penal.
Mauricio Macri inaugurará este viernes el período 137° de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso en el que se estima que mencionará la reforma del Código Penal, sancionado en 1921 y cambiado parcialmente unas 900 veces desde entonces.
Sin embargo, la Casa Rosada demoraría aún más el envío del proyecto de reforma (el Presidente iba a mandarlo al Congreso en agosto del año pasado) por considerar inconveniente para la campaña electoral la discusión de una parte no menor del proyecto: el aborto.
El anteproyecto de reforma penal, elaborado por una comisión de prestigiosos juristas, no despenaliza el aborto pero sí suaviza el texto con respecto a la ley vigente y lo adapta al fallo FAL de la Corte Suprema de la Nación, sobre aborto no punible.
En núcleo duro del PRO entienden que cualquier propuesta sobre este asunto abrirá nuevamente un debate que puede ser pernicioso para Cambiemos, que se juega nada menos que la reelección de Macri.
Con todo, en el oficialismo esperan un año con pocas leyes aprobadas, porque Cambiemos, al ser minoría en ambas cámaras, depende del peronismo para sancionar cualquier iniciativa, y porque en un año electoral no sólo cuestan los consensos sino también conseguir cuórum: los políticos dejan las instituciones para trasladarse al territorio a hacer proselitismo.
Pretende una vieja regla de la política argentina que en años electorales las cámaras del Congreso realizan en promedio 10 sesiones cada una, mientras que en años sin elecciones, 20. Pero 2018 rompió este esquema: Diputados realizó apenas ocho sesiones y el Senado, 11. Además, fue el año de menor producción desde la vuelta de la democracia, con apenas 36 leyes sancionadas. Este año, pronostican, sería aún menos productivo.
Agenda inmediata
La ley antibarrabravas, la que permite que las empresas privadas financien campañas electorales (lo que hoy está prohibido) y el régimen penal juvenil (con la baja de la edad de imputabilidad a los 14 años) son los proyectos que tienen prioridad y cierto nivel de consenso que permite que puedan convertirse en ley en las próximas semanas.
No por impulso de la Casa Rosada pero sí de las mujeres organizadas, el otro asunto saliente será, por segundo año consecutivo, la legalización del aborto: el colectivo de mujeres organizadas anunció que este año volverán a presentar una propuesta, y que esta vez será en línea con la histórica media sanción obtenida el año pasado.
De todas maneras, en Cambiemos observan que hay "muy poco margen" para que se discuta nuevamente en los recintos de ambas cámaras, como el año pasado, aunque indican que "sin dudas será un tema de campaña".
