Los días que Rodrigo Eguillor lleva preso han sido intensos para él y las autoridades a asu alrededor. El joven acusado de abusar sexualmente de una chica de 21 años en San Telmo y de privarla de su libertad al impedir que se fuera, acumula más de 40 días en el penal de Marcos Paz.
En la víspera de la Noche Buena arrancó un inodoro del baño de su celda y encaró a quienes le llamaron la atención: "Lo rompí y no pienso limpiar nada de acá, eso lo van a hacer ustedes", les dijo, fiel a su estilo.
Según cuentan los que conviven con él, al día de hoy el joven -quien ya mostró signos de una personalidad al menos confilctiva- carece de conciencia sobre qué hizo que estuvo tan mal y tuvieron que encerrarlo.
En el pabellón de agresores sexuales protagonizó peleas y tuvo problemas en la convivencia con otros internos, cuenta Clarín.
Sin embargo, las pericias del Cuerpo Médico Forense arrojaron que aunque presenta un grave trastorno sociopático de personalidad con abuso mixto de drogas, "tal condición no afecta su normalidad desde la perspectiva psicojurídica y que contó con adecuada comprensión y dirección de sus acciones".