Así consiguen las empresas que demos nuestros datos online sin chistar

Cada vez que utilizamos una aplicación en nuestro teléfono móvil, solemos entregar cientos de datos personales a empresas que luego los utilizan para obtener rentabilidad. ¿Por qué entregamos nuestra información sin quejarnos?

Así consiguen las empresas que demos nuestros datos online sin chistar
Teléfonos móviles: por qué damos nuestros datos a empresas en las que no confiamos\u002E (WEB)

Resignación. Según Joseph Turow, profesor de la Escuela Annenberg de Comunicación de la Universidad de Pensilvania, ese es el motivo por cual, a pesar de que no estemos seguros, siempre terminamos entregando nuestros datos personales a empresas que ni siquiera conocemos.

La investigación de Turow y sus colegas, citada por La Nación, ha descubierto que la mayoría de ellos entregan sus datos para anuncios relevantes no porque les convenga, sino por resignación. De acuerdo con Turow, en vez de participar en un intercambio racional, los consumidores renuncian a su información personal con un sentimiento de impotencia.

El uso constante del smartphone o celular provoca sentimientos de envidia y soledad. (UNPLASH)
El uso constante del smartphone o celular provoca sentimientos de envidia y soledad. (UNPLASH)

Según explica Turow, "La gente se siente muy incómoda con la vigilancia, pero no sabe qué hacer" ya que "en el mundo real, si no cuentas con una tarjeta de comprador frecuente en el supermercado, pierdes usualmente el quince o veinte por ciento de descuento que te ofrecen en tus compras. Igualmente, a la gente le cuesta mucho dejar Facebook porque todos sus amigos están ahí".

Turow agregó: "Ese es el cálculo que hace la gente. No piensa: 'Vaya, estoy tomando una decisión racional porque sé que debo hacer esto".

El detector está equipado con un chip de telefonía celular GSM (Web)
El detector está equipado con un chip de telefonía celular GSM (Web)

La investigación de Turow cobra relevancia ya que, durante el año, hubo una serie de revelaciones sobre la manera en que Facebook manipuló los datos de los usuarios e incluso llegó al punto de compartir el acceso a sus mensajes privados con grandes corporaciones como Spotify y Netflix.

A partir de que esa información se hiciera pública, quedó en evidencia que la seguridad de los datos de los usuarios es mínima. El problema está en que, aunque las empresas pidan autorización para acceder a los datos, el usuario es presa de esta especie de "chantaje", en el que, si no cede, no puede utilizar un servicio que parece que todo el mundo necesita.