Tras ser detenido cuando escapaba hacia Córdoba, el acusado por la masacre de seis personas en Hurlingham, entre ellas un bebé por nacer, Diego Loscalzo, fue trasladado ayer hacia Buenos Aires y hoy fue indagado por la fiscal del caso. Sin embargo, por recomendación de Fernando Rivero, el defensor oficial, se negó a declarar.
El hombre mató a su pareja, Romina Maguna; dos cuñados, Vanesa y José Maguna; su suegra, Juana Paiva; y un concuñado, Daniel Darío Díaz, e hirió a una embarazada de nueve meses, Mónica Lloret, cuyo bebé falleció, a la hija de 12 años de la mujer y a una vecina, llamada Cinthia López.
"No hay ninguna duda de que es el asesino. Se le hizo saber lo que obra en su contra, las calificaciones, todo lo que corresponde. Tiene calificación por cuatro homicidios agravados por uso de arma de fuego y, en el caso de Romina Maguna, por relación previa. Además, tiene calificaciones por tentativas de homicidio", dijo la fiscal Paula Hondeville.
Respecto a la muerte del bebé por nacer, la fiscal sostuvo: "Hay que investigar. Se necesitan informes médicos, pericias y ahí veremos".
El arma homicida
Los investigadores intentan determinar qué fue lo que hizo Loscalzo con el arma homicida: podría haber sido escondida o vendida para financiar su fuga. Además, trascendió que tendrá que responder por cinco homicidios calificados más las tentativas de homicidios de las otras personas que sobrevivieron a la matanza.
La fiscal del caso anticipó que el empleado ferroviario será imputado también por portación ilegal de arma de guerra y robo agravado.
El estado de salud de la mujer embarazada
El director médico del Hospital Posadas, Jorge Palmieri, dijo en declaraciones a la prensa que Lloret "tuvo una situación bastante compleja. Tiene tres heridas de bala, una de las cuales atravesó el útero, por lo cual se encontró el feto muerto. Después se le realizó una resección en el intestino".
"Todavía está con pronóstico reservado", expresó, y deslizó que la propia mujer decidió postergar el velatorio del bebé.
