Pocas semanas después de que el ministro de Producción Dante Sica describiera como "héroes" a quienes se animaban a ser empresarios en Argentina, llegó la tormenta y con ella el desencanto.
"Algunos sectores empresariales no ven que la estabilidad macroeconómica depende de la baja del déficit fiscal. Esta readecuación de reintegros no pone en situación de peligro o supervivencia a ningún sector industrial y, mucho menos, a sectores en los que la Argentina ya tiene altísimas ventajas competitivas", dijo Sica para justificar la medida oficial que mejora del tipo de cambio para exportar, el impacto que tendrá el año que viene la reforma tributaria y el apuro por lograr el equilibrio fiscal prometido al FMI.
Sica reconoció que esta medida puede afectar los negocios de corto plazo de los grandes exportadores del sector industrial, pero negó que vaya a impedirles mantener la dinámica de exportaciones hacia adelante.
"Hoy la prioridad, y lamentablemente no es compartida por el sistema político y los gobernadores, es el esfuerzo para alcanzar un acuerdo presupuestario para 2019, que nos permita mantener la baja del déficit fiscal. Algunos sectores empresariales no ven que la estabilidad macroeconómica depende de la baja del déficit fiscal", dijo a La Nación.
Al ser consultado por el por qué de la medida, dijo: "Estamos trabajando con el Ministerio de Hacienda y Finanzas y con todo el Gobierno en la necesidad de cumplir con el equilibrio fiscal. Es claro que la consistencia macroeconómica es la única alternativa para poder sostener una microeconomía exitosa. Estamos comprometidos en todas las áreas de gobierno para hacerlo y hemos trabajado en este proceso de rebaja de reintegros y readecuación tratando de tener criterios en función de las cadenas productivas".