Verónica Llinás, una de las actrices que se convirtió en abanderada de la causa de la legalización del aborto en Argentina, reconoció en una entrevista radial que pensó en dedicarse a la política.
"Me vienen diciendo hace bastante que me involucre en la política. Lo pensé, porque me lo han dicho. Se me presentó la idea en la cabeza pero no creo ser buena en eso, a mí me encanta lo que hago y percibo el mundo de la política como un mundo oscuro porque es un mecanismo que no comprendo. Soy una persona demasiado visceral y creo que justamente la política consiste en no ser visceral, aunque no todos lo logran. Me refiero a esa política de tejes y manejes.", dijo la actriz en Modo Sábado, el programa de Radio Nacional.
Linás también contó que desde que hizo pública su postura a favor de la legalización recibió muchas agresiones en la calle. "Realmente lo que se vio por parte de la gente que apoya el aborto clandestino es una virulencia muy fuerte. A mí una pareja me ha llegado a gritar en la calle '¿A cuál de los dos querés que mate?', delante de sus niños. Y en ese afán de agredirme a mí no ven el daño que debe causar en sus hijos, creo que debe ser demasiado fuerte para esos niños", dijo.
Con respecto a la caída del proyecto de ley en el Senado, Llinás aseguró que no pierde las esperanzas. "Esto es un movimiento que no va a parar. Sabíamos que era dificilísimo, que había nulas posibilidades de que se aprobara en el Senado. Pero para mí no fue un saldo negativo el miércoles, todo lo contrario. Para mí ver la cantidad de gente que salió a las calles, fue la confirmación de que esto se va a dar. No es tan importante cuándo, pero esto es algo que ya echó a rodar".
"La iglesia es el escollo más grande de esta situación. La iglesia siempre se ha opuesto a todo y se ha asociado con mecanismos nefastos también. Sabemos que en la dictadura la iglesia no cuidó las dos vidas", agregó la actriz, quien también es conocida por militar la causa de la separación entre Iglesia y Estado, representada por un pañuelo naranja.