Diego Loza fue encontrado muerto en la parrilla de su casa en La Pampa. La Policía lo halló atado de pies y manos en ese lugar y también advirtieron que se había realizado una fiesta. Por el crimen, los vecinos realizaron una marcha este jueves para reclamar justicia.
Loza tenía 34 años y era empleado municipal en la terminal de omnibus de Santa Rosa. La preocupación llegó el lunes 25 de junio cuando no respondía los mensajes, por lo que su familia denunció su desaparición. Ese mismo día, la policía allanó su casa y encontraron el cuerpo.
Por el asesinato, hay dos detenidos: Walter Rojas Pedraza (22) y un joven de 17 años, cuya identidad se desconoce. Una clave para encontrarlos fueron las empanadas que estaban sobre la mesa de la casa de Loza. Es que pudieron identificarlos por las cámaras de seguridad de la rotisería en la que compraron comida.
De acuerdo a la información recabada, los investigadores determinaron que el hombre de 32 años fue asesinado de tres balazos mientras estaba en el baño. Luego, envolvieron el cuerpo en una frazada y lo escondieron debajo de una parrilla.
Es más: los sospechosos se quedaron dos días más en su casa y organizaron una fiesta con amigos. Además, pusieron a la venta un televisor de la víctima.