El triunfo de Croacia ante Dinamarca por la vía de los penales, que lo depositó en cuartos de final vivió un momento muy particular durante el encuentro.
"Olé olé olé, cada día te quiero más, soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar" se empezó a escuchar en el segundo tiempo del cotejo.
No jugaba Argentina, pero el estadio de Nizhni Nóvgorod se pintó de celeste y blanco, cuando hinchas de la Selección comenzaron a alenta con el tradicional cantito.
Los fánaticos poseían entradas para el partido, ya que las habían sacado con anticipación especulando que el equipo de Jorge Sampaoli iba a ganar su grupo y disputar los octavos de final en esta sede.