Mafia. Italia, campeona por cuarta vez Y por penales, llegó al Mundial envuelta en un escándalo de corrupción en su liga. Días después de la consagración frente a Francia, la Justicia ordenó el descenso de Juventus y lo despojaron de sus dos últimos Scudettos por manipular partidos. Los 23 del plantel eran de la competencia doméstica y a la Juve pertenecían cinco, entre ellos el arquero Buffon, el capitán Cannavaro y el astro, Del Piero.
Perder la cabeza. Era el Mundial de Zinedine Zidane, con en el '98. En la final contra Italia, abrió el marcador para Francia picando la pelota en el penal contra Italia. Lo empató Marco Materazzi, de cabeza, y en el segundo tiempo Zizou vio la roja directa por aplicarle un cabezazo al zaguero. En su defensa, esgrimió que había insultado a su madre. Expertos en leer labios detectaron el agravio: "hijo de puta terrorista".
Record de principio a fin. El árbitro que expulsó a Zidane fue el argentino Horacio Elizonado, quien estableció un récord: dirigió el partido inaugural y la finalísima. Sobre aquella expulsión, aseguró: "No fue la decisión más difícil que me tocó tomar. Si la más mediática, porque me estaban mirando 700 millones de televidentes". En realidad, quien vio la falta fue el cuarto árbitro, el español Luis Medina Cantalejo.
Azurro. Mauro Camoranesi, nacido en Tandil y ex Aldosvi y Banfield, se coronó campeón con Italia por ser nacionalizado. Como Luis Monti en 1934, aunque a diferencia de Doble Ancho, jugó sólo para los Azzurros. Cuarto argentino de la Juventus en la Selección italiana, al igual que Monti, Raimundo Orsi (campeón en 1934) y Omar Sívori. En la final no cantó el Himno, y después adujo que no sabía la letra.
Tras el muro, un abismo. En su segundo Mundial como anfitrión, esta vez unificada, ya que en 1974 jugaron por separado la Federal y la Democrática, el gobierno alemán superó en gastos los 1.380 millones de euros. En su anterior Copa la inversión había sido de 242 millones de marcos, unos 121 millones de euros. Para ese Mundial el campeón vigente, en este caso Brasil, no clasificó directamente y debió disputar eliminatorias.
La mano de dios en el pie. Debuta Lionel Messi en un Mundial, con 18 años, y anota su primer gol ante Serbia y Montenegro. El sexto en el 6-0, la máxima goleada argentina en Mundiales. En la eliminación en cuartos contra Alemania, el DT José Pekerman no lo hizo ingresar desde el banco. En sus botines, en la parte interior, estaba escrita la frase "la mano de dios" y el 86. En relación a Diego.
No lo Cambiasso por nada. En aquella goleada histórica de los Albicelestes, Nicolás Cambiasso anotó el gol que sería elegido como el mejor del Mundial 2006. Y que representa la máxima anotación para Argentina en maniobras colectivas. Hubo 25 pases hasta que el Cuchu la mandó a la red, tras una habilitación de taco de Hernán Crespo.
Machete. Jens Lehmann era el arquero de Alemania en los Cuartos de final contra Argentina. A penales, tras el 1-1. Tenía un machete en la media de la pierna derecha, de cómo pateaban los argentinos. Riquelme dijo que no había nada, que lo hacía para poner nerviosos a los ejecutantes. El papel en cuestión terminó en un museo de historia en Bonn. Sólo faltaban los datos de Cambiasso, pero igual se lo atajó.
Todo queda en casa. A las semifinales las disputaron cuatro seleccioandos europeos, tres de ellos campeones del mundo. Italia sacó de escena al anfitrión Alemania, y Francia a Portugal. Los franceses habían eliminado antes a Brasil, único Seleccionado americano campeón en Europa, en 1958. A los brasileros se les cortó una racha de 11 partidos sin perder en Mundiales. La última derrota había sido en 1998, final con Francia.
Chocolate por la noticia. Suiza se fue eliminada sin haber recibido un gol. En Octavos de final cayó ante Ucrania, 3-0 en la definición por penales. La serie más pobre del historial, porque además los suizos fallaron en los cinco. Aún así, el DT de Ucrania, Olek Blokhin (figura de la ex URSS), no soportó la presión y se fue a vestuarios sin verlos. A su estrella, Shevchenko, se lo atajaron.
Santísima Trinidad. Los Soca Warriors, Trinidad y Tobago, eran novedad y debutaron con 0-0 contra la Suecia de Zlatan Ibrahimovich, con un hombre menos por expulsión. Aún así, eliminada en primera ronda y sin goles, pese a contar con Dwigth Yorke, artillero del Manchester United, el trinitario más reconocido. El DT era el holandés Leo Benhakker. "Entrenar a Trinidad y Tobago y al Real Madrid es lo mismo", aseguró.
Tres bodas y un "funeral". Frank Beckenbauer, ícono alemán por ser campeón como futbolista (1974) y como ST (1990), era el Jefe del Comité Organizador del Mundial. En medio del torneo, se casó por tercera vez, en Austria y con su secretaria en el Bayern Munich. El Kaiser se trasladaba en helicóptero para ver la mayor cantidad de partidos, y hubo duelo cuando su Alemania quedó eliminada en semi ante Italia.
Debutantes a media. Ucrania jugó su primer Mundial, aunque tenía tradición formando parte de la Unión Soviética. Y como Croacia 1998 y Senegal en 2002, fue de los únicos debutantes en alcanzar cuartos de final. También hicieron su presentación República Checa y Serbia y Montenegro, que en gran parte de las historias de los Mundiales fueron Checoslovaquia (dos veces subcampeón) y Yugoslavia.
Togo mal. Togo, país africano debutante, se quedó sin técnico a cuatro días del inicio de la copa. El alemán Otto Pfister dio un paso al costado porque los jugadores no entrenaban a causa de un reclamo salarial, por las primas. El primer ministro de Togo viajó a Alemania de urgencia para solucionar en parte el conflicto. El DT no volvió, y el equipo cayó en el debut ante Corea del Sur. Y se volvió rápido.
Ghana Ronaldo. El goleador brasileño, al convertir frente a Ghana en Octavos, pasó a ser el máximo artillero de los Mundiales, al llegar a 15 dianas y superar a Gerd Muller, botín de oro máximo desde 1974. O Fenómeno, como lo llamaban, anotó esa cantidad en 19 partidos, desde el Mundial '94. En 2006, cuando hizo tres, el Gordo pesaba 90.5 kilos. Su reinado duró hasta 2014, cuando Miroslav Klose llegó a 16 festejos.
A favor y en contra. El sueco Marcos Allback, a los 51 y para el 1-1 frente a Inglaterra, puso en la red el gol número 2.000 en las Copas del Mundo. Carlos Gamarra, capitán de Paraguay, se hizo el autogol más rápido de los Mundiales: a los 3 minutos contra Inglaterra. Desplazó al del yugoslavo Horvat, a los 9 contra Alemania en 1954.
El nuevo Bora. Carlos Alberto Parreira llegó al frente de Brasil, por segunda vez, en su quinto mundial con distintas Selecciones. Había dirigido a Kuwait en 1982, a Emiratos Arabes en el '90, al Brasil campeón en 1994 y a Arabia Saudita en 1998. En 2006 alcanzó al mítico Bora Milutinovic (México '86, Costa Rica '90, EE.UU. 94, Nigeria '98 y China 2002). Y en 2010 le arrebató el record al dirigir la sexta: Sudáfrica.
A las patadas. Holanda-Portugal resultó el partido más violento de la historia: cuatro expulsados, dos por bando, y 16 amonestados. Una carnicería que pasó a conocerse como la Batalla de Nuremberg. Por contrapartida, el "jogo limpio" lo personificó el zaguero brasileño Lucio, al batió el récord de no cometer faltas en toda la Copa. Lo hizo en Octavos, ante Francia, y superó la marca del paraguayo Carlos Gamarra.