El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que la economía argentina cerrará este año con una inflación del 19,2%, un fuerte contraste con la meta oficial del 15% fijada por el Gobierno.
Asimismo, el Fondo fijó en un 2% su previsión de crecimiento para la economía argentina para 2018, medio punto por debajo de la estimación difundida a principios de este año.
Roberto Cardarellí, quien está a cargo del análisis de la Argentina, afirmó que tras el repunte de los precios de principios de año espera que las presiones inflacionarias "se moderen un poco", aunque advirtió que el control de la suba de precios a futuro requerirá de "una postura continua de política monetaria restrictiva".
Según informa La Nación, esta caída en las perspectivas para la Argentina quedó plasmada en el Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, según sus siglas en inglés), el informe con proyecciones del organismo que se difunde al inicio de la reunión anual del Fondo y el Banco Mundial.
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Sin embargo, el organismo prevé que la economía se acelerará y crecerá un 3,2% en 2019, con una inflación anual al cierre del año del 13,6%. Aunque esta cifra es menor a la de 2018, está por encima de la meta oficial del 10% para ese año.
Por otra parte, el Fondo es optimista respecto a la economía global, al prever una expansión del 3,9% este año, la mejor desde 2011. Según sostiene, esta mejora está respaldada por "un fuerte impulso, un sentimiento favorable del mercado, condiciones financieras acomodaticias y las repercusiones nacionales e internacionales de la política fiscal expansiva en los Estados Unidos".
"El apoyo al crecimiento que proviene de las políticas procíclicas, incluso en los Estados Unidos, eventualmente tendrá que revertirse. Otros riesgos incluyen un cambio hacia políticas introspectivas que dañan el comercio internacional y un empeoramiento de las tensiones y conflictos geopolíticos", agregó.