El doctor Ernesto Da Ruos, perito de la familia de Débora Pérez Volpin y uno de los profesionales que participó de la autopsia, aseveró este jueves que la muerte de la periodista se produjo por una situación "que se fue complicando a medida que pasaba el tiempo" de la endoscopia realizada en el Sanatorio de La Trinidad.
Da Ruos, que también se desempeña como médico gastroenteorólogo, remarcó que a pesar de "todos los recursos que se utilizaron", fue "imposible" reanimarla.
"Se tomaron los recaudos como para levantarla del estado en el que estaba", dijo el especialista en diálogo con A24.
Sobre los resultados de la autopsia, ratificó que todos los peritos que participaron del procedimiento "concluimos en lo mismo". En ese sentido, confirmó el hallazgo de "lastimaduras" en el esófago y el estómago pero remarcó que "no hubo ningún corte porque el endoscopio no corta".
"No puedo decir que tuvo la culpa alguno de los profesionales que intervinieron porque no está comprobado", sostuvo en relación a la posibilidad de mala praxis.
Sí le quitó responsabilidad a la anestesista Inés Puente, quien se presentó ante la Justicia para quedar a disposición. "Puede haber indicios de que la sedación no haya sido a la causa", señaló.