A un mes de la muerte de Fernando Pastorizzo en Gualeguaychú, una de las versiones de Nahir Galarza, que sostuvo a lo largo de sus tres declaraciones, estaría por caerse.
El casco que usaba Fernando se encontró a un metro y medio de donde quedó el cuerpo. En cambio, el casco gris que usaba la imputada, estaba al lado de la víctima. Sobre todos estos detalles tendrá que responder Nahir ante la Justicia y demostrar que, efectivamante, estaban circulando cuando intentó quitarle el arma a su exnovio y sintió la primera "explosión".
El testimonio de los amigos de la víctima respaldó la hipótesis planteada durante los primeros días por el fiscal Sergio Rondoni Caffa. En ese momento, el funcionario dijo que no habían encontrado "evidencia corporal" que demostrara que la moto iba en marcha cuando Fernando recibió el primer disparo. Tampoco había "roturas significativas" en la moto.
Es por eso que para el fiscal, el joven de 21 años frenó en la calle General Paz o se movía a muy baja velocidad cuando impactó el primer balazo en su espalda. Además, ninguno de los cuerpos presentaba excoriaciones producidas por una caída.
Mientras tanto, la investigación avanza con el peritaje del celular de Fernando y con el rol de los padres de la joven detenida, quien en su declaración afirmó que la noche en la que su exnovio murió habían tenido una "discusión muy fuerte" en su casa.
Esta noche a las 21, en al esquina de 25 de Mayo y Rocamora, convocaron a una nueva marcha para pedir justicia por Fernando Pastorizzo.