La Policía de la Ciudad, que este lunes estará a cargo del operativo en las inmediaciones del Congreso de la Nación, no podrá utilizar armas de fuego por una disposición judicial para trabajar en la marcha convocada en rechazo a la reforma previsional.
Por su parte, balas de goma y gases lacrimógenos sólo podrán ser utilizados como último recurso y a una distancia que minimice las consecuencias para los manifestantes.
A instancias de un recurso de amparo presentado por el legislador porteño Mariano Recalde y el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, la jueza Patricia López Vergara dispuso una serie de medidas para garantizar la seguridad de los manifestantes.
En consecuencia, el Gobierno de la Ciudad también deberá informar al juzgado cuáles son las fuerzas de seguridad que tendrán intervención en la movilización, mientras que todos los efectivos destinados al operativo deberán estar con uniforme reglamentario y visiblemente identificados.
"Hemos visto una brutal represión el jueves pasado, seguida de detenciones arbitrarias, y no queremos que eso se repita porque atenta contra el derecho que todos tenemos a manifestarnos y expresar nuestra opinión", explicó Recalde a través de un comunicado.
"Esperamos una marcha tranquila, llamamos a los organizadores a actuar con responsabilidad y en forma pacífica", dijo a Télam el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo.
El jueves pasado, cuando se intentó debatir el proyecto de ley de reforma previsional, Gendarmería llevó adelante el operativo en las afueras del Congreso, que culminó con enfrentamientos entre esa fuerza y los manifestantes que se apostaron en las inmediaciones, en contra de la medida.
Para esta jornada está convocada, desde las 14, la sesión especial en Diputados donde se buscará debatir el proyecto de ley de reforma previsional que no pudo tratarse el jueves pasado, tras levantarse la sesión en medio de un clima de protestas afuera y adentro del Congreso.