El juez Claudio Bonadio justificó las presiones preventivas a varios ex funcionarios kirchneristas por la "doctrina Iruzun". Esto al tener en cuenta que los acusados por la denuncia de Nisman, por el Pacto con Irán, podrían obstruir la investigación o fugarse. Si son condenados por delitos de encubrimiento agravado y traición a la patria les correspondería entre 3 y 8 años de prisión.
Según explica una nota de Clarín, la "doctrina Iruzun" se le llama a las nuevas pautas fijadas para las prisiones preventidas según Martín Irurzun, juez de la sala II de la Cámara Federal porteña. Que son aplicadas para casos complejos, con funcionarios o ex funcionarios que conservaban influencia sobre sectores del Estado, con un daño considerable al Estado y la reiteración de los delitos en el tiempo debía contemplarse la prisión preventiva.
El juez federal Ariel Lijo se basó también en la doctrina Irurzun para disponer la prisión preventiva del ex vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone II.
Iruzun, un camarista independiente y con una excelente relación con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, fijó como nuevas: la complejidad de las maniobras, su magnitud, las posibilidades de fuga y de entorpecimiento derivado de otras causas judiciales abiertas, las relaciones personales, laborales o políticas de los acusados en organismos del Estado que tengan información sobre las maniobras.