Miles de palestinos chocaron hoy con tropas israelíes en Cisjordania y manifestantes quemaron en Gaza carteles del presidente Donald Trump y banderas estadounidenses e israelíes, en medio de creciente indignación árabe y musulmana por la decisión del mandatario de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
El líder del movimiento islamista Hamas, por su parte, llamó a un nuevo levantamiento armado contra Israel como los que en décadas pasadas dejaron miles de muertos palestinos e israelíes en disturbios, enfrentamientos y atentados en Israel y Palestina.
En Cisjordania, multitudes prendieron fuego a neumáticos y arrojaron piedras contra los soldados, luego de que el Ejército israelí desplegara varios batallones adicionales en la región ocupada en previsión de desmanes durante las manifestaciones.
En la ciudad bíblica de Belén, soldados israelíes lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua desde camiones hidrantes para dispersar a los palestinos, en disturbios que amenazan con empañar las celebraciones de Navidad en la ciudad donde nación Jesús.
En Ramallah, sede del gobierno palestino, cientos de jóvenes que se desprendieron de una manifestación pacífica de unas 3.000 personas quemaron gomas y tiraron piedras a soldados israelíes que custodiaba un puesto de control en el norte de la ciudad.
La decisión de Trump y su orden de iniciar el proceso para trasladar a Jerusalén la embajada estadounidenses en Tel Aviv, rompe con décadas de política de Estado norteamericana y de garantías internacionales a los palestinos de que el status de la ciudad sagrada debe determinarse en negociaciones de paz con Israel.