El porcentaje más alto de ADN de caballo fue hallado en la carne molida de res a la venta en puestos, mercados callejeros y puestos de comida, aunque menos del 1% de los vendedores reconoció vender este tipo de corte.
No se halló ADN de caballo en carnes a la venta en supermercados.
La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios emitió directrices el viernes en las que les pide a los consumidores que revisen bien las etiquetas, pero al parecer gran cantidad de la carne en el estudio fue vendida sin una descripción.
Los investigadores también encontraron el esteroide clembuterol en 29 de 43 muestras de carne que dieron positivo a ADN de caballo. Esta sustancia está prohibida en México como potenciador para el crecimiento del ganado, pero se sospecha que todavía se utiliza. Chilango, una revista de la Ciudad de México sobre cultura y comida, escribió sobre los hallazgos esta semana bajo el título: "Seguro ya probaste la carne de caballo y no lo sabías".
Si bien este tipo de carne no es ilegal en el país, con frecuencia a los caballos se les dan medicamentos que no están aprobados para animales que son criados con el fin de comerlos. Casi 85.000 caballos estadounidenses fueron importados a México para su consumo en 2015.