El ministro de Defensa, Oscar Aguad, está trabajando en un proyecto de reestructuración de las Fuerzas Armadas, incluiría la posible reubicación geográfica de bases y unidades militares, y autorizaría la participación de las tres fuerzas ante agresiones externas tales como ataques terroristas. Según informa La Nación, la decisión se aceleraría por la proximidad de la reunión del G-20 en Buenos Aires.
Esta posibilidad se encuentra hoy vedada por el decreto reglamentario de la ley de defensa nacional, promulgado en 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner, que limitó el empleo de las Fuerzas Armadas únicamente ante "agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados".
La reforma que prepara Aguad, quien sostuvo que "redefinirá el rol de las fuerzas militares", sería dada a conocer en breve, y que incluiría también mejoras salariales y novedades en el equipamiento de las tres fuerzas.
Al recibir en Córdoba los cuatro aviones Texan II que serán destinados al entrenamiento de pilotos de la Fuerza Aérea, Aguad aclaró que las Fuerzas Armadas no serán empleadas en la lucha contra el narcotráfico, limitándose su participación, como ocurre en la actualidad, a las tareas de apoyo logístico.
"La definición del rol de los militares es un planeamiento más político que de estrategia. La guerra moderna ha cambiado y el enemigo es distinto. Pero eso no lo determina el Ejército ni las FF.AA., sino el poder político. La estructura de las fuerzas siempre dependerá del objetivo que se fije", explicó una fuente militar.
Por otra parte, frente a las exigencias que demanda la cumbre, el Gobierno analiza la adquisición de lanzadores de misiles de corto alcance que llegarían en calidad de préstamo con compromiso de compra. También hubo gestiones con Francia para evaluar la incorporación de cinco cazabombarderos Super Étendard.