La Corte Suprema se reunió virtualmente este martes, después de aceptar el per saltum de los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia y del juez Germán Castelli que el oficialismo quería desplazar, pero no lograron alcanzar un acuerdo.
La Corte no tiene plazo para expedirse respecto al tema que los convoca, y con el modo virtual de reunirse, podrían votar cualquier día.
Mientras los magistrados debatían, algunas personas llevaron adelante una vigilia frente al Palacio de Tribunales en espera de una decisión de la Corte. Fue convocada bajo el nombre "Una luz por la República" desde las 19 del lunes.
Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Helena Highton llevan días trabajando en sus dictámenes y son muy cuidadosos de no adelantar ninguna información.
Según fuentes citadas por Clarín, hasta el fin de semana no había aún una mayoría de tres votos, por lo que no se llegó a una decisión para emitir un fallo, y nada cambió este martes.
Mientras tanto, el Gobierno sigue de cerca el accionar de los jueces de la Corte, de quienes desconfía y señala como en contra, especialmente su presidente, Carlos Rosenkrantz.
Y es que la Corte ya rechazó recientemente un pedido de Cristina Kirchner de validar las sesiones digitales del Senado. Y en sus despachos los espera también otro tema sensible: el recurso que presentó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por el recorte de la coparticipación que impulsó Alberto Fernández.
Incluso después de que la Corte aceptara el per saltum, una diputada camporista del Frente de Todos, Vanesa Siley, pidió iniciar un juicio político en contra de Rosenkrantz por sus fallos en causas de delitos de lesa humanidad.
Por su parte, el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau dijo que la Corte estaba "agotada", "muy degradada" y "sin el nivel de otros tiempos".
Hasta el propio presidente cuestionó al máximo tribunal por negarse a adherir a la Ley Micaela que contempla capacitaciones de género para los poderes del Estado. Los jueces le respondieron que ellos reciben su propia capacitación reconocida mundialmente.