En los últimos cinco meses se han registrados cambios rotundos en la sociedad, ya sea desde el estilo de vida, el modo de pensar, el modo de relacionarse y hasta el modo de alimentarse. A partir de la llegada del coronavirus a la Argentina y con él, el aislamiento estricto para todos los ciudadanos, muchos comenzaron a replantearse el modo de alimentación que venían sobrellevando.
Por un lado, entre tanto encierro y reflexión, los números de consultas hacia profesionales sobre la alimentación vegetariana y vegana comenzaron a subir, y por el otro, muchas otras personas comenzaron a romper rutinas alimenticias, cambiar los horarios de comidas, y hasta ingerir alimentos de mayor cantidad de calorías.
Desde la Unión Vegana Argentina, encargada de difundir la evidencia científica y empírica de los beneficios del veganismo para las personas, para el planeta y para los animales, confirmaron que hace ya un tiempo se registra un incremento de interesados en el movimiento, y que estos últimos meses aumentó notoriamente.
Recordemos que la principal diferencia entre vegano y vegetariano es que una persona vegana no consume productos de origen animal, mientras que algunos vegetarianos sí.
"Es impresionante el aumento de personas interesadas en esta filosofía y estilo de vida, y de la solicitud de información. Nosotros lo veníamos viendo en el caudal que año tras año concurre al Vegfest Argentina, evento que fue declarado dos veces de Interés Cultural por el Gobierno de CABA y una vez por el Senado de la Nación", sostuvo Manuel Alfredo Martí, fundador y Director de UVA.
Así mismo, sobre estos últimos meses, agregó: "Estamos recibiendo muchas más consultas y suscripciones en nuestras redes, hablamos de decenas de miles de seguidores que se suman en nuestras páginas, grupos y canales de información. Hay mucha demanda sobre el tema, tanta que a veces no podemos responder todo lo que llega a diario a correos electrónicos".
¿Por qué las personas deciden ser vegetarianos y veganos?
Las razones por las que mayor cantidad de personas deciden querer cambiar el estilo de alimentación yacen desde no querer ingerir alimentos de origen animal hasta considerar que ésta puede traerles efectos contraproducentes.
Sobre esto, la Licenciada María Laura Ubalton, Nutricionista especialista en Nutrición vegetariana y vegana, argumentó: "Los motivos que llevan a las personas a que comiencen este tipo de alimentación rigen desde la ética, por cuidado del medio ambiente y otro porcentaje menor por problemas de salud".
A su vez, la licenciada agregó que lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de cambiar el hábito de consumo, es "tratar de priorizar el consumo de alimentos sin demasiado procesamiento, es importante elegir alimentos naturales. Es decir, que la base de la alimentación sean frutas y verduras, cereales integrales y legumbres.
“También es importante controlar en laboratorio la vitamina B12, y la D, que son nutrientes considerados crítico que predominan en los alimentos con origen animal, y que tienen que ser suplementados sin duda”.
Otros de los motivos por los que han aumentado las consultas hacia los profesionales de este tipo de alimentación, se debe a la cantidad de enfermedades zoonóticas que se han registrado en la historia.
"Es descomunal el crecimiento de la toma de conciencia con respecto al uso y explotación de animales, sobre todo para consumo. Las enfermedades zoonóticas son la única causa de muchas de las grandes epidemias y pandemias que viene sufriendo la humanidad y la gente se está dando cuenta de esto", sostuvo Manuel Alfredo Martí.
¿Cambiaron las rutinas de alimentación durante la cuarentena?
El aislamiento, el encierro y la falta de costumbre sobre una situación así, provocó que no solo muchas personas comenzaran a replantearse qué comer, sino que hubo otras que generaron desórdenes alimenticios.
Sobre esto, Antonela Michelini, Lic en Nutrición, y trabajadora en la Unidad Integral del Tratamiento de Sobrepeso y la Obesidad, del Sanatorio Nosti, Rafaela, argumentó: "En mis pacientes la cuarentena influyó de manera negativa. Debido a que generalmente las personas que realizan estos tratamientos, suelen ser personas que se aíslan, a las que les cuesta relacionarse, y que incluso tienen mucha ansiedad. No poder salir a caminar y a despejar la mente influyó de lleno en ellos".
En este marco, Michelini aseguró que los pacientes no solo cambiaron de tipo de alimentación sino también alteraron los horarios de las comidas, "el más afectado resultó ser el desayuno". "Muchos manifestaron que al estar aburrido, caían en la comida. Que quizás no influyó tanto la cantidad de alimento, pero sí la calidad"
Finalmente, la profesional aseguró que para volver a recuperar los hábitos perdidos, "primero se debe tener paciencia, empatía, y comprender la situación en la que nos encontramos". En segundo lugar agregó que "las personas deben aprender a alimentarse de manera sana con los alimentos básicos".