Hernán Lacunza, quien se puso al frente del Ministerio de Hacienda en la fase final del gobierno de Mauricio Macri, reapareció este jueves en la escena pública para alertar sobre la crisis que el país afrontará tras la pandemia del coronavirus que, detalló, incluirá inflación y "mayores niveles de pobreza, desempleo y marginalidad".
"Puede haber otro bajón, de todas formas me parece que el piso de la actividad, de la recesión debería haber quedado en abril", dijo Lacunza luego de recordar la parálisis en la actividad que generó la cuarentena contra el coronavirus.
Sin embargo, el también exministro de Economía bonaerense advirtió sobre los problemas que se deberán afrontar más allá de la situación que instaló el coronavirus. "Vamos a salir de la pandemia más pobres que antes", describió y calculó que el nivel de producción será 11% menor "al del año pasado" que, reconoció, "ya era un nivel bajo porque veníamos de un año y medio de estancamiento y recesión".
Por ello, Lacunza auguró un país con "mayores niveles de pobreza, desempleo y marginalidad" y apuntó también contra los efectos de la emisión monetaria en la carrera de los precios que se desaceleró durante la cuarentena, por el desplome del consumo y el congelamiento de precios y tarifas.
El exfuncionario de Cambiemos agregó luego que si el “bache fiscal asociado a la pandemia por la menor recaudación o el mayor gasto” se financia con mayor emisión, “dentro de tres meses a la foto sanitaria, que si Dios quiere va a ser mejor a la de otros países, y a la foto económica que va a ser peor, podemos sumarle otra foto de inestabilidad nominal de inflación que va a complicar las cosas”.
Inclusive, Lacunza consideró que los altos niveles de emisión monetaria no se explican sólo por la crisis del coronavirus, sino que responden a una "decisión de política económica prepandemia". "Cuando sacás el gasto de la pandemia, el gasto real sube 7 por ciento por encima de la inflación", argumentó.
Vicentín
Lacunza también aprovechó para plantear sus críticas respecto a las gestiones que inició el Gobierno nacional para intervenir el grupo agropecuario Vicentin y hasta remarcó que esas acciones complicaron la negociación que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán, para tratar de lograr un acuerdo con los acreedores externos para reestructurar la deuda.
"Lo de Vicentin para mi es poco entendible. Tanto el timing como el fondo. Es una empresa privada que tiene un problema financiero y el Estado ya interviene, Las normas dicen que el Estado tiene que intervenir como está interviniendo a través del Poder Judicial. No sé qué hace el Poder Ejecutivo ahí. Pero además desde el punto de vista económico y financiero, primero el timing. Aparentemente, estabas entrando al área para cerrar un acuerdo con los acreedores después de 6 meses de hacer jueguitos y cuando tenés la pelota adentro del área tomás una medida que indudablemente te complica las perspectivas o el valor de los bonos a futuro, con lo cual te baja el valor de tu propuesta", dijo.
En declaraciones a radio Milenium, Lacunza cuestionó también el argumento de "soberanía alimentaria" con el que el Gobierno justifica su avanzada. "¿Qué va a ser Vicentin siendo pública, va a comprar soja más cara o vender dólares más baratos para estabilizar? Va a ser a pérdida eso, la verdad que es poco entendible cuál fue el objetivo ahí", rechazó.
La deuda
Seguido, el exfuncionario nacional lamentó que no se termina de cerrar la cuestión de la deuda. "Me parece que el tiempo de regateo, natural y sano ya terminó, empezaron demasiado alejadas las puntas y hoy ya está claro dónde está la zona de acuerdo. Se complicó lo legal porque quisimos abusar de las cláusulas que no estaban demasiado claras con esto del reagrupamiento de bonos. Pero lo que tenemos que tener en claro es que el tiempo importa, que todo lo que demoremos va en contra de la Argentina en el sentido de que el Banco Central está haciendo piruetas para mantener reservas", planteó.
Finalmente, Lacunza reiteró que el presidente Alberto Fernández debe priorizar también la creación de un plan económico porque "hay que mostrar el camino de esos seis meses también" que quedan para terminar el año.
"No podemos estar seis meses sin brújula, van a ser seis meses delicados y críticos", agregó.