En medio del aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus y a pesar de que las reuniones sociales están prohibidas, unas 24 personas, entre jóvenes y adultos, se congregaron en una casa para participar de una fiesta.
El hecho ocurrió en Lanús, en la provincia de Buenos Aires. Un vecino los denunció y todos fueron trasladados en cinco patrulleros a la Comisaría 10°, de Villa Barceló, sin oponer resistencia.
"Hola, mirá acá en el barrio hay gente que está desde anoche con la música a todo lo que da y no se quieren ir. Tiraron los autos en cualquier lado, están infringiendo la ley", relató un vecino de Monte Chingolo al 132, el número de emergencias del Municipio de Lanús.
Tras chequear la información y visualizar las cámaras de seguridad, se envió a personal motorizado de la policía local, quienes inmediatamente accionaron para clausurar esta actividad ilegal en período de cuarentena.
Al presentarse en el domicilio de la calle Kloosterman 2843, los efectivos constataron que se escuchaba la música a todo volumen y observaron a un numeroso grupo de personas en su interior.
No es la primera vez que se produce uno hecho de estas características en la cuarentena. Una situación similar ocurrió a mediados de mayo en Chivilcoy, donde un llamado al 911 también alertó a las autoridades locales.
En ese momento, un vecino denunció que en una casa ubicada sobre la calle Pirán, entre 94 y 92, se había reunido un grupo de personas y se escuchaba música a alto volumen. Estaban festejando un cumpleaños y violando el distanciamiento social.
A diferencia de lo ocurrido en Monte Chingolo, los policías al golpear la puerta del domicilio fueron recibidos hostilmente por la gente que estaba dentro del lugar. Los agredieron salvajemente sin mediar palabras. Los atacaron con lo que tenían a mano: una pala ancha, caños de gas, palos, facas, ladrillos y botellas. Hubo 30 detenidos.
El 25 de mayo, la policía de Miramar también clausuró una fiesta electrónica en un balneario y aprehendió a 24 jóvenes, entre los que había varios ebrios y drogados. En total, eran 18 varones y 6 mujeres, la gran mayoría de entre 19 y 25 años.
Los fichados por violar la cuarentena reciben una acusación en su contra, con un llamado a indagatoria en un futuro no muy lejano, un posible procesamiento y una elevación a juicio. Si un tribunal lo decide, irán a la cárcel.
Desde que empezó la cuarentena hasta el día de hoy, el Servicio Penitenciario Federal, no recibió a un solo detenido, según confirmaron fuentes: su política interna es de no recibirlos. Un solo infectado sin síntomas podría desatar una crisis gravísima. Por lo pronto, no se contemplan multas para quienes violan la cuarentena: el Código Penal no las incluye.