El paso de los años está amansando el espíritu "party animal" que tanto caracterizó a Kate Moss en sus años de juventud. La súpermodelo, de 46 años, sentó cabeza y dejó a un lado las juergas, los excesos y las borracheras, que, en ocasiones, opacaron su carrera profesional.
El DJ "Fat Tony", un íntimo amigo de la famosa, habló sobre cómo atraviesa su período de "desintoxicación", tras abandonar las adicciones. Según él, "Kate lleva limpia dos años".
En una entrevista con The Sunday Times, el artista, cuyo nombre original es Tony Marnach, comentó: "Mis amigos sobrios y yo nos lo pasamos mejor ahora que cuando solíamos beber y consumir drogas".
Moss siempre frecuentó con personas que la incitaban a llevar un estilo de vida poco saludable y despreocupado, por la cual la apodaron "Cocaine Kate". Así la bautizó el diario Daily Mirror en 2005, cuando publicó unas imágenes, tomadas por uno de sus reporteros con cámara oculta, en las que Moss, en ese entonces con 31 años, aparecía consumiendo cocaína.
Su reputación decayó y perdió algunos contratos, como los que tenía con Chanel y Burberry. La cadena de ropa sueca H&M también comunicó en aquel momento que prescindirían de la modelo en su próximo proyecto: "Después de evaluar la situación, hemos decidido que una campaña con Kate Moss es incompatible con la política de H&M de distanciarse de la droga".
Fue una época difícil para la famosa, donde las tapas de las revistas con sus escándalos se contraponían a las que protagonizaba en producciones de moda. Por aquella época salía con Pete Doherty, cantante de los grupos "Libertines" y "Babyshambles", también conocido por sus excesos, hasta tal punto que en 2012 fue expulsado de un centro de desintoxicación de lujo de Tailandia por no demostrar voluntad por combatir su adicción a la heroína.
En cambio, ella se esforzó por mejorar su situación y sus caminos se separaron. "Antes solo existía una cosa para mí: fiesta, fiesta y más fiesta. Con mucho alcohol y otras locuras. Ahora me relajo en el campo con mi hija. Cocino asado inglés y hago mermelada", aseguró la modelo hace unos años.
Pasó por rehabilitación en varias ocasiones, aunque no siempre ha salido bien. En 2015, asistió a un programa de desintoxicación de una semana en Turquía. Sin embargo, en su regreso al Reino Unido fue expulsada de un avión por "mal comportamiento".
De acuerdo con los testimonios de personas que vivenciaron el momento y hablaron con el periódico Daily Mail, "estaba un poco borracha y tuvo una discusión con otro pasajero del vuelo después de que le negaran el alcohol que servían en el avión y luego de beber de la botella de vodka que llevaba en el equipaje de mano". No obstante, algunos indicaron que no mostró agresividad, que incluso era "divertida" y que la reacción de la aerolínea fue desmedida.
En 2018, durante una entrevista en la cadena estadounidense NBC, la celebridad explicó que intentaba cuidarse más: "Duermo más, bebo mucha agua, no demasiado café y estoy tratando de reducir el consumo de cigarrillos".
Ese mismo año hizo balance de su carrera con la revista Harper´s Bazaar, sorprendida de haberse podido destacar en una industria en la que ella era una antimodelo: sin curvas, poco pecho, corta estatura para los estándares de las pasarelas y sin el físico de otras compañeras como Naomi Campbell.
"Yo era diferente y por eso me contrataron", contó quien fue la más joven en protagonizar una portada de la edición británica de Vogue. "Las cosas malas tienen su efecto, pero hay que trabajarlo", reveló una Moss más madura, que se aficionó al yoga, y más consciente del cuidado de la piel. Por supuesto, ya no salía por las noches como cuando era joven.
Ser madre le ayudó a madurar también. Fruto de su relación con el editor Jefferson Hack tuvo a Lila Grace, quien en septiembre alcanzará la mayoría de edad. La joven sigue los pasos de su madre en el modelaje y Moss la protege de algunas experiencias que no quiere que se repitan en su trayectoria.
La modelo se arrepiente de haber posado desnuda cuando solo tenía 15 años. "No dejaría que mi hija lo hiciera ahora. La miro y pensar que yo estaba haciendo topless a su edad… ¡Es una locura!", reveló a la NBC. Unos años antes había dicho a la revista Vanity Fair: "Ahora veo a una chica de 16 años y pedirle que se quite la ropa sería muy raro. Pero a esa edad, a mí me dijeron: 'Si no lo haces, no te volveremos a fichar'. Así que me encerré en el baño a llorar y luego salí y lo hice".
Estos últimos años se animó a hablar más con la prensa. En algunas entrevistas deja entrever, con cuentagotas, algo más de sí misma. Por ejemplo, que se sigue poniendo nerviosa cuando llega a un set, que odia hacer ejercicio, que no publicará nada personal en las redes sociales o que ya no defiende su viejo mantra "nothing tastes as good as skinny feels", algo así como "nada sabe mejor que estar delgada".