El dirigente chavista Diosdado Cabello anunció hoy que las Fuerzas Armadas venezolanas sofocaron un levantamiento de un grupo de oficiales y suboficiales en Valencia, una ciudad ubicada a unos 170 kilómetros al oeste de Caracas, y ratificó la "absoluta normalidad en el resto de las unidades militares del país" y "el control del Fuerte Paramacay", el cuartel sublevado.
Más tarde, el comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el almirante en jefe Remigio Ceballos, informó que siete personas fueron detenidas tras el levantamiento, al que calificó como un "ataque terrorista, delictivo, paramilitar".
Por su parte, la cadena oficial de noticias venezolana Telesur publicó que dos personas fallecieron y otras ocho fueron detenidas, entre ellas cinco civiles vestidos de militares. Esa información no fue confirmada por el Gobierno.
"En la madrugada, atacantes terroristas entraron al Fuerte Paramacay en Valencia, atentando contra nuestra FANB. Varios terroristas detenidos", escribió y agregó: "Luego del ataque terrorista al Fuerte Paramacay, se activaron planes de defensa, despliegue de tropas, para garantizar la seguridad interna".
Este conflicto se inició debido a que un capitán del Ejército venezolano se declaró en "rebeldía" contra la "tiranía asesina" de Nicolás Maduro. En una grabación se puede ver a unos 20 hombres vestidos de militares con armas largas, liderados por el vocero del levantamiento, un hombre que se identifica como "capitán Juan Caguaripano" y "comandante de la operación David Carabobo".
"Nos declaramos en legítima rebeldía (...) para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro. Esto no es un golpe de Estado, es una acción cívica-militar para restablecer el orden constitucional, pero más aún para salvar al país de la destrucción total, para detener los asesinatos de nuestros jóvenes y familiares", afirmó el vocero del levantamiento mirando a cámara.