A más de 4 meses de presentarse el primer caso de la enfermedad, en China las cifras finales son de más de 80 mil contagios confirmados y casi 5 mil muertes.
Pero de a poco, vuelven actividades hasta ahora restringidas. Una de ellas tiene que ver con la educación. Así, tanto en Shanghai como en Pekín ya se han abierto algunas escuelas y los alumnos retomaron la actividad.
Manteniendo las normas de sanidad, cada niño ha elaborado un sombrero de entre uno y dos metros con el cual se respete la distancia de seguridad.
Gracias a la rápida toma de conciencia del gobierno consiguieron aplacar las curvas y de esta manera ya pueden ir levantando el confinamiento en algunas ciudades.
Esta excelente medida fue ideada por una escuela de Hangzhou, en China donde desde finales de marzo han comenzado a asistir a clases. En la vuelta a las aulas se incluyen controles de temperatura, mascarillas y, por supuesto, el distanciamiento social así como las medidas higiénicas adecuadas. Así vuelven a las clases, de una manera segura, los niños de China.