Toda la población de Kenia se movilizó ante la noticia de una madre viuda en situación de extrema pobreza, que tuvo que fingir cocinar rocas en una cacerola para que sus hijos creyeran que al despertar iban a comer.
Ocurrió en Bombasa, su nombre es Peninah Bahati Kitsao, tiene 45 años y trabajaba como lavandera hasta que la cuarentena por el coronavirus la dejó sin ingresos.
Gracias a una vecina que difundió en los medios su caso, ya que ella no sabe escribir, se logró armar una gran cadena de solidaridad entre la sociedad, que rápidamente se movilizó con donaciones y una cuenta en efectivo para que la madre pudiera seguir alimentando a sus hijos.
Así llegó su historia a la cadena NTV de Kenya y en una entrevista Kitsao contó que vive en una casa de dos habitaciones con todos sus hijos y no tiene ni agua corriente ni luz, por lo que la ayuda de todos los kenianos la emocionó y la dejó sin palabras.
Ahora mantiene la esperanza de poder volver a trabajar cuando termine la pandemia, pero mientras su familia ya tendrá comida y dinero.