El pasado 17 de abril, una familia estadounidense llamó a la policía luego de encontrar un perro "del tamaño de un zorro" en el patio de su casa. El supuesto can ya se había marchado cuando el oficial Prindle llegó al hogar de estas personas, pero unos minutos después apareció en otro jardín del barrio.
Cuando se acercó al animal, el agente se dio cuenta de que no se trataba de un perro, sino que en verdad era un zorro blanco. Cuando vio al agente, el animal comenzó a caminar hacia él con total indiferencia y lo siguió hasta su vehículo.
Al respecto, Prindle expresó: "Volví a mi coche y abrí la puerta, y el zorro no lo dudó y se subió justo a la parte de atrás". Además aclaró que el animal era muy amistoso y esto se debía a que era una mascota.
Es que el zorro blanco, de nombre Akela, tenía una familia con la que vivía desde hacía casi un año. "¡Estamos agradecidos de que estuviera a salvo y vivo!", dijo la dueña del raposo, Veronica Amenrud, tras el hallazgo. ¡Qué miedo!