Italia es uno de los epicentros del coronavirus. Al día de hoy, ya hubo 195 mil confirmados, cerca de 63 mil recuperados y más de 26 mil muertes. Si bien el primer caso se registró el 31 de enero, fue entre mitad y fines de febrero cuando el brote estalló.
En ese momento, Bianca Dobroiu, una modelo y estudiante, fue diagnosticada por Covid-19. Había llegado al hospital Sant'Orsola, en la ciudad de Bolonia, con más de 40° de fiebre.
Luego de una breve internación -en parte debido a la saturación del sistema sanitario- el 6 de marzo le dieron el alta. Los profesionales le indicaron que reposara y mantuviera el aislamiento en su hogar.
Para mitad del mes pasado, la mujer de 22 años dejó de tener síntomas. Estaba feliz. Sin embargo, los médicos le dieron una mala noticia: los tests indicaban que seguía enferma. Pasaron los días, las semanas, un mes entero y la situación se mantuvo igual. Bianca no se había curado. El caso sorprende a especialistas de todo el mundo.
"Aquí está el nuevo resultado. Bueno, nuevo no es, porque nunca ha sido diferente desde hace casi dos meses", transmitió el 18 de abril en sus redes sociales. "Parece que nada ha cambiado y la cosa actualmente me asusta un poco", concluía.
La joven contó en entrevistas que, pese al cansancio ocasional, se siente bien y ha vuelto a entrenar. Sin embargo, la prolongación del diagnóstico le da mala espina y hasta teme por su vida.
A esto, se suma la saturación emocional y la preocupación por su entorno. "No doy más, después de dos meses me encuentro en el límite. (...) También porque vivo con mi madre y, por lo tanto, tengo que quedarme sola en la habitación", confesó.
El experto en infecciones Luciano Attard, detalló: "La paciente está bien, pero las pruebas siguen dando resultados positivos. Estamos estudiando su caso cuidadosamente. En lo que a nosotros respecta, nadie más en Italia ha dado positivo por tanto tiempo. En general, los resultados positivos no duran más de cuatro semanas".