El estado de Nueva York superó este lunes los 10.000 muertos por coronavirus, aunque comenzó a registrar cifras diarias más bajas y su gobernador, Andrew Cuomo, aseguró que "lo peor ha pasado"; mientras Estados Unidos seguía siendo el país más afectado por la pandemia, con cerca de 560.000 infectados y más de 22.000 decesos.
Nueva York registró este lunes 671 muertes por coronavirus con lo que totalizaba 10.056 decesos y 195.031 casos confirmados. Paralelamente, se informó que crece la cantidad de contagios en estados del sur del país, como Florida y Luisiana.
El gobernador afirmó que el proceso de la pandemia "no es tan malo como en el pasado", porque comenzó a detectarse un leve descenso en la cantidad de fallecimientos, lo que a su juicio evidencia que "la curva empieza a aplanarse" y "parece" que llegó a "una meseta", consignó la televisora CNN.
"Me complace informar que vemos que todos los indicadores se mueven en buena dirección", coincidió el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, según la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, De Blasio advirtió que la ciudad se encuentra en una fase de "transmisión amplia" de la enfermedad que se mantendrá al menos hasta junio.
Asimismo, Cuomo expresó su preocupación por la posibilidad de que el coronavirus se extienda desde la ciudad hacia los suburbios: "Es como mirar un incendio que avanza por la hierba seca con fuertes vientos", dijo, según la agencia Europa Press.
En tanto, el presidente Donald Trump afirmó que es una atribución suya, y no de los gobernadores, levantar las medidas adoptadas para contener la propagación del brote.