Hay miles de historias de argentinos varados en distintas partes del mundo debido al coronavirus. Sin embargo, hay una en particular que llama mucho la atención y es la de María Andrea An, campeona nacional de patinaje sobre hielo, que realizó cuatro cuarentenas.
La odisea de An comenzó en Wuhan, la ciudad china en la que se originó la pandemia. "Fui a Wuhan para visitar a mi mamá. Yo nací en Argentina pero ella y mi papá, al igual que mis antepasados, son todos de allá. Junto con Germán (su pareja), salimos el 18 de enero y llegamos el 20 a Shanghai, donde hicimos noche para luego tomar el tren hasta Wuhan", relató la deportista a DeporTV.
Llegó a Wuhan el martes 21, dos días antes de que la ciudad quedara completamente aislada y tras un par de días encerrada en la casa de su madre, empezó a buscar la manera de regresar junto con su novio, que había viajado con ella. La embajada argentina en China les consiguió dos posibles vuelos: Brasil y Ucrania. Por una cuestión de falta de cupos, no les quedó otra alternativa que ir rumbo a Kiev.
Tras llegar a Kiev, el objetivo era trasladarse a un centro médico ubicado a 350 kilómetros de la capital, para realizar allí la cuarentena. Sin embargo, manifestantes que se oponían a recibir viajeros procedentes de Wuhan por miedo al contagio les cortaron los caminos, lo que los obligó a cambiar de planes e ir a un hospital militar. "Los nervios del momento quedaron de lado por lo bien que nos trataron en el hospital y también el pueblo ucraniano. Nos mandaban regalos, donaban libros, llegaban cartas...", contó An.
"Fueron días difíciles. Si bien en el centro médico estaban todas las personas que participaron de la evacuación, cada uno estaba en su habitación, que era bastante pequeña y sólo tenía un balcón francés. Casi no teníamos interacción. Salíamos sólo para buscar la comida que venía envuelta en bolsas plásticas y siempre con barbijos puestos. Nos dejaron una caja repleta porque había que cambiarlos cada tres horas. Y antes de cada desayuno y cena pasaban a tomarnos la temperatura", agregó la patinadora argentina.
Todos los controles que les realizaron dieron negativo y cuando completaron la cuarentena la ministra de salud les entregó el acta oficial con el alta médica. En ese momento, comenzaron los trámites con la embajada argentina en Ucrania para volar rumbo a España.
"Al ya tener nosotros el alta y como Ucrania aún no registraba casos, la partida en avión fue más normal. Apenas llegamos al Aeropuerto de Barajas nos estaban esperando la cónsul y el cónsul adjunto, quienes habían articulado todo con Aerolíneas Argentinas. Se encargaron de despachar nuestras valijas y acondicionaron una sala vip para que podamos esperar. Todo estuvo re bien coordinado", dijo An.
Y finalmente, An y su novio pisaron suelo argentino el 7 de marzo. "Llegamos a Ezeiza como un vuelo más, porque las autoridades recién se estaban acomodando a esta avanzada del coronavirus. Hicimos la declaración jurada y nos estaba esperando el padre de María con el auto para llevarnos a casa. Allí arrancamos la cuarentena de catorce días que terminó el sábado pasado y que empalmó con el aislamiento obligatorio anunciado por el presidente. Por lo que llevamos más de 60 días y cuatro cuarentenas consecutivas", explicó Germán, novio de la patinadora.