Miles de personas soñaron alguna vez con refrigerar una bebida en pocos segundos. Y ahora esto es realidad gracias a cinco jóvenes argentinos que inventaron una máquina que enfría en el momento.
La idea comenzó en la Universidad cuando a Marcos Condomí Alcorta, Nicolas Kolliker Frers y Santiago Schmidt, estudiantes de Administración de Empresas en UCEMA, les asignaron la tarea de pensar un producto innovador y su correspondiente programa de negocios.
En base a su propia experiencia, y la cantidad de veces que tomaron bebidas más calientes de lo que les hubiera gustado, comenzaron a pensar en la necesidad de enfriar los productos rápidamente. Y así surgió Chill it.
La materia fue aprobada, pero los estudiantes quisieron dar un paso más y avanzar con la fabricación del prototipo. Sin embargo, se dieron cuenta que necesitaban la ayuda de expertos en tecnología por lo que sumaron al proyecto al ingeniero electrónico Luciano Cismondi y a Pablo Di Lorenzolo (estudiante de ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional).
"El trabajo comenzó con un modelo matemático. Desarrollamos la física de cómo se va enfriando el líquido y llegamos a lo que podríamos llamar un algoritmo mágico. El gran salto fue cuando logramos abstraer ese modelo y llevarlo a una red neuronal. Hoy la máquina tiene incorporado una red neuronal que entiende, en función de la característica de la bebida que se ingresa, cuál es el mejor proceso para enfriarlo en el menor tiempo posible", explicó Cismondi.
La maquina permite elegir la temperatura final deseada y también puede detectar la marca de la bebida mediante un lector de código de barra. Gracias a esta inteligencia artificial, una lata de cerveza que entra a la máquina a una temperatura ambiente de 25°C, por ejemplo, sale en 30 segundos a 3°C.
En tanto, el desarrollo de Chill It permite realizar un gran ahorro energético, dado que consume en un día un 60% menos que una heladera (se conecta a un tomacorriente de 220V con un cable convencional).