Una fuerte imagen recorre el mundo, luego de las protestas que dejaron un saldo de al menos 8 muertos y más de 200 heridos. Durante los disturbios ocurridos el jueves pasado cerca de la ciudad de Sacaba, en el departamento de Cochabamba, en Bolivia, la madre de una de las víctimas fatales protagonizó un doloroso episodio.
Al menos 5 personas fallecidas pertenecían a grupos cocaleros que marchaban hacia La Paz con la intención de sumarse a las manifestaciones en apoyo a Evo Morales. Una de las víctimas era César Sipe, un joven productor que fue despedido por su mamá entre lágrimas.
La desgarradora escena ocurrió cuando la mujer vio el nombre de su hijo en un cartel y se abalanzó encima del cuerpo para descubrirle el rostro mientras le pedía que se "despierte".
Nelson Cox, representante de la Defensoría del Pueblo de Bolivia, reveló que las fuerzas de seguridad demoraron, en los puntos de control, a las ambulancias que transportaban heridos y calificó como "desmedido y violento" operativo policial y militar.
Tanto el joven Sipe como al menos otras cuatro víctimas, identificadas por el diario local El Deber como Omar Calle, Juan López, Emilio Colque y Lucas Sánchez, fueron trasladados al hospital México de Sacaba, pero fallecieron antes de llegar.
Por su parte, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, condenó las muertes de los cinco cocaleros. "Condeno y denuncio ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las FFAA y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba", escribió Morales desde México.
