El presidente electo Alberto Fernández sostuvo que el exmandatario Raúl Alfonsín fue un "enorme dirigente" y un jefe de Estado al que "le tocó" gobernar en "un tiempo difícil".
Además, en referencia al cruce que tuvo con el presidente Mauricio Macri en el debate presidencial, Fernández sostuvo que "en estos tiempos donde uno señala las cosas como son y le dicen que el dedo es dictatorial, Alfonsín levantó su dedo índice todas las veces que hizo falta para marcar las cosas que estaban mal en Argentina".
Así se expresó Fernández el miércoles, al encabezar un acto organizado por radicales distanciados de la conducción de la UCR, en conmemoración de un nuevo aniversario de las elecciones de 1983.
Fernández sostuvo que Alfonsín fue un "enorme dirigente y un gran presidente que le tocó un tiempo difícil", al advertir que "muchos lo juzgaron porque el día lunes todos sabemos cómo salió el partido, pero jugar el partido es otra historia, y el tiempo que le tocó fue muy difícil", dijo en referencia a la recuperación democrática.
El mandatario electo evocó que el de la recuperación democrática fue "un tiempo donde el golpismo todavía estaba vivo, y aparecieron los carapintadas y uno no sentía muy bien en qué terminaba la aventura de los carapintadas", en alusión a los levantamientos militares de 1987.
"Pero Alfonsín fue haciendo todo lo necesario para garantizar la estabilidad de la democracia, y recibió la ayuda de un peronismo que se renovaba y quería ser democrático", puntualizó.
Para Fernández, el expresidente radical fue un "hombre inmenso que a todos los argentinos de mi generación les inculcó la importancia del respeto a las ideas del otro, y a la convivencia con el otro; no de soportar al otro, sino respetarlo", aclaró.
El acto se llevó a cabo en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y participaron dirigentes radicales alejados de la conducción partidaria como Leopoldo Moreau, Gustavo López y Nito Artaza, entre otros.