Justin Chambers ha sido parte de "Grey's Anatomy" por 16 años y es uno de los cuatro miembros originales que dio inicio a la exitosa serie. Sin embargo, el actor mantiene su vida personal con un bajo perfil.
Aunque es parte instrumental del programa, su personaje Alex Karev tuvo que recorrer un largo camino, pasando de ser uno de los más odiados a uno de los favoritos del público. Una transición que le costó sangre, sudor y lágrimas.
Aunque Chambers era de los pocos nombres reconocibles del elenco cuando comenzó la tira, fue el último en integrarse, ya que su personaje no estaba contemplado en el piloto original.
Su rol no ha sido nada fácil, ya que debió abordar todo tipo de dramas que requerieron de una gran capacidad de exploración interna.
El personaje de Karev atravesó desde una infancia dura marcada por el abandono de su padre alcohólico hasta una novia con problemas psiquiátricos que tuvo un embarazo psicológico, pasando también por una madre y hermano esquizofrénicos. Por supuesto, como olvidar cuando su esposa fue diagnosticada con un cáncer terminal o cuando su otra esposa entró en depresión luego de enterarse que era producto de una violación.
El médico también ha estado al borde de la muerte en más de una ocasión, ha sido golpeado y despedido, e incluso su propia novia le robó una gran oportunidad de trabajo.
Las presiones propias de un padre de familia, la fama y el éxito le pasaron la cuenta emocionalmente. En 2008, cuando estaba grabando la cuarta temporada de la serie, el famoso ingresó voluntariamente a un centro psiquiátrico.
Mucho se habló en ese momento respecto a que el intérprete tenía problemas de alcohol y drogas. Sin embargo, la verdad era otra. Según su representante, Chambers estaba "exhausto y sufría de un trastorno del sueño" que no lo dejaba descansar.
Previo a su internación, el actor había sido fotografiado semi inconsciente en un bar. "Todos pensaban que Justin estaba borracho porque se desmayaba en su mesa", aseguró en ese momento un testigo. "Pero cuando le pregunté al cantinero qué le habían estado sirviendo, ¡juró que solo era cerveza sin alcohol!", sentenció.
"Actuaba como si estuviera drogado. Sus ojos estaban vidriosos. Dudaba de sus palabras y se tambaleaba cuando trataba de caminar. En un momento, estaba encorvado sobre una mesa, luego se despertó abruptamente y gritó de la nada: '¡Soy padre de cinco hijos! ¡Soy un buen padre! ¡Déjame en paz!'. Fue realmente inquietante", añadió en ese momento el testigo.
"Sufro de un trastorno biológico del sueño. Tu cuerpo está cansado pero tu mente sigue trabajando. Te acuestas y luego te levantas y caminas, y luego te acuestas pero no puedes dormirte. Es como un perro persiguiendo su cola. Pasé dos meses sin dormir realmente. Entonces, un especialista con el que había estado trabajando me remitió al centro médico", explicó en una oportunidad la revista People.
Según afirmó, sus problemas para dormir comenzaron después de casarse, y antes de ingresar al centro de salud ya sólo dormía una hora a la semana. "¡No es que el matrimonio lo haya causado! Lo atribuyo a ser actor. Soy una esponja, proceso todo a mi alrededor. Algunos roles requieren que excaves profundamente y, ya sabes, hay que tener cuidado con lo que encuentras. Algunas personas son buenas para eso, pero otras no tanto", añadió.