La adolescente de 15 años que estaba desaparecida y fue hallada enterrada en una quinta de la localidad bonaerense de Chascomús, Navila Garay fue asesinada de al menos 17 mazazos en la cabeza, según determinaron los resultados preliminares de la autopsia.
Fuentes judiciales informaron a Télam que, de acuerdo a los forenses, la muerte de la chica se dio por un paro cardiorrespiratorio traumático tras una "hemorragia cerebral masiva" producto de "múltiples fracturas con hundimiento de cráneo". La autopsia fue realizada en la morgue del hospital de Chascomús, por médicos de Policía Científica que detallaron a la fiscal de la causa, Daniela Bertoletti que la víctima sufrió los 17 mazazos en el rostro y en la cabeza.
En relación a un posible ataque sexual, los forenses no vieron a nivel macroscópico lesiones o signos de abuso, aunque se ordenaron pericias complementarias para confirmarlo. Por el femicidio detuvieron a Néstor Alfredo Garay de 56 años, empleado del Círculo de Suboficiales de la Policía Federal que podría tener un parentesco con la menor que fue hallada en una casa de la calle Mercedes al 700.
La dueña de la vivienda relató que el miércoles 11 de este mes, un día después de la desaparición de la joven, el detenido había pedido permiso para "enterrar un perro" en el patio de la propiedad. La Policía Científica excavó el patio donde encontró el cadáver de Navila, aún se esperan los resultados de la indagatoria del imputado.
La adolescente salió de su casa el martes pasado a las 18:00 horas "en un remís hasta el domicilio de un hombre de 51 años que no es familiar", ubicado en Machado "casi llegando a Inmigrantes Árabes", del barrio El Hueco, según el relató de la madre, Débora Garay.
"El remisero que la llevó dijo que esperó hasta que mi hija entrara y se fue, casualmente la última conexión de su celular es de 45 minutos después de haber ingresado a esa casa", explicó.