Un escándalo sacude al mundo de la televisión española, después de que una participante de Gran Hermano 2017, Carlota Prado, denunciara que fue abusada sexualmente dentro de la casa por otro concursante, y que la producción del programa no la socorrió.
En noviembre de 2017, durante la edición 18 del famoso reality, un episodio confuso ocurrió. Tras una fiesta con alcohol que los concursantes hicieron, la producción del programa anunció que uno de ellos, José María López, abandonaría la casa por una conducta "intolerable", y que Carlota se retiraría unos días, pero que la puerta estaba abierta por si ella quería regresar.
"Puntualizar que el único expulsado es José María. En cuanto a Carlota, siguiendo las directrices del equipo de psicólogos, se le ha aconsejado que en estos momentos permanezca fuera de la casa. La puerta está abierta para ella", conmunicó la producción, pero no aclaró cuál había sido el hecho que motivó la decisión. Ese hecho permaneció en estricto secreto desde entonces y hasta ahora, cuando la propia Carlota rompió el silencio.
En una entrevista con el diario español El Confidencial, contó que esa noche ella tenía el estómago vacío y que por eso, después de beber 4 chupitos en la fiesta, se sintió muy mareada. "En el auto de la jueza, que lo tengo en mi poder, ella misma especifica que bebo cuatro chupitos. Es decir, que no cojo una botella para mí sola y me hincho a beber", añadió.
Las imágenes que se transmitieron esa misma noche la muestran a Carlota sentada en la sala común de la casa cuando José María, con quien mantenía una relación sentimental en el juego, se acerca a ella, la abraza y la toca. En el video se ven los gestos de ella intentando apartarlo, pero él finalmente la pone de pie y ambos abandonan la escena.
"Tengo lagunas mentales de aquella noche. Las imágenes en las que me encuentro en el salón, que he subido a mi cuenta de Instagram, no las recuerdo. […] Se ve un forcejeo porque evidentemente no me gusta que me metan mano. Lo que está pasando en ese momento ya es suficiente como para tomar cartas en el asunto, algo que GH no hizo", dijo la joven.
Al otro día, al levantarse ella no recordaba lo ocurrido, pero sí contó que la ropa interior se le cayó al ponerse de pie, "porque no estaba bien puesta", y eso le trajo sospechas. "Yo doy por hecho que me han cuidado porque así me lo dijo él. Le pregunté qué había pasado y me dijo en mi cara que me había cuidado por estaba KO", contó.
Incluso durante ese día Carlota y José María pasaron tiempo juntos, algo que, según ella, "dio una imagen equivocada a los espectadores de lo que había pasado".
Algunas horas después, el Gran Hermano llamó a José María, y luego a ella al confesionario, donde le informaron que el joven había sido expulsado por "un comportamiento inaceptable". Ella cuenta que creyó que él se había metido en una pelea fuerte durante la fiesta, porque no recordaba la agresión sexual.
Entonces añadió: "Me dijeron que me tranquilizara y que tenía que ver unas imágenes. Y en ese momento me pusieron el video con lo que sucedió esa noche, sin avisarme de lo que estaba a punto de ver. No sé cuál es el procedimiento en estos casos porque yo no soy especialista, pero tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras".
El video que le mostraron es otro: ella y José María están en una de las habitaciones. Allí se ve cómo ella, con gestos y visiblemente aturdida, intenta quitarse de encima al concursante, que quiere agredirla sexualmente. "Quítate, no puedo", le dice ella en un momento. Luego, cae inconsciente. La agresión sexual, según explicó Carlota, duró 10 minutos.
"Se ve perfectamente que se aprovecha de mí en la habitación y que yo estoy inconsciente. […] En palabras casi textuales, el auto de la jueza dice que se ve "clara, precisa y reiterada mi oposición", a las acciones de esta persona", contó.
El reclamo de la joven es porque, desde la producción de Gran Hermano, no le consultaron si quería ver ese fuerte video, sino que lo proyectaron y ella tuvo que verlo sola, sin contención. Pero además reclama que, siendo un reality que filma cada momento, nadie entró a socorrerla durante la agresión sexual.
Incluso, dijo que, durante el abuso, Gran Hermano la llamó por la megafonía, pero que ella no respondió por estar inconsciente, y que José María, bromeando, dijo: "Me da que Carlota no va a llegar al confe".
"No llegó a explicarme cómo el programa lo permitió. Esto pasa a la una y media de la mañana y nadie irrumpió. Cada habitación de la casa tenía trampillas por las que el equipo del programa podía entrar de urgencia", agregó la víctima.
"Hasta donde yo sé, el juzgado no entiende muy bien la actuación del programa. Lo que hicieron se llama omisión de socorro", añadió.
Según la producción del programa, ellos informaron a la Guardia Civil la presunta agresión sexual, pero Carlota se negó a denunciar entonces, hasta no hablar con su familia, que en ese momento no se encontraba en España.
Luego, ella regresó a la casa y no denunció la violación hasta que fue expulsada por los espectadores. Volvió porque no quería "enfrentar la realidad", dijo. En la casa, explicó, nadie podía hablar de lo sucedido, incluidos sus compañeros en su ausencia. Pero si las imágenes que había visto ya eran lo suficientemente duras, la criminalización que soportó al salir del programa fue mucho peor. De ser la víctima se convirtió en el verdugo.
"Si supieses la cantidad de mensajes que he recibido con amenazas, insultos, vejaciones, humillaciones… Y eso que por suerte ha sido la edición menos vista del reality show", dijo.