Después de presentar su disco, que la rompe en todas las plataformas, Jimena Barón se sentó en el living de Susana Giménez y charló con la diva sobre su pasado y su presente. Además, después cantó "La Cobra" y "Se acabó".
Durante la charla, Jimena repasó la relación con su padre, que fue muy complicada durante su infancia y adolescencia. "Mi viejo se fue cuando yo tenía cuatro años y cuando tenía 15 lo fui a buscar, y se volvió a tomar el palo", contó.
La actriz y cantante también contó lo mal que la había pasado en Italia junto a su ex, el futbolista Daniel Osvaldo, con quien tenía una relación abusiva. Sobre su hijo Morrison, producto de esa relación, reveló que lo tuvo en el baño de su casa.
"Morrison sanó muchas cosas, muchos vínculos. Mi viejo estaba con esa locura de que se iba morir joven y lo único que decía era que quería ser abuelo. Mi viejo murió a los seis meses de que nació Morrison. Con él tuvimos una relación muy honesta, horriblemente honesta, porque me dijo cosas que me dolieron mucho", recordó.
Susana la elogió por haber podido perdonar a su papá y le preguntó cómo hizo para dejar atrás los rencores. "Fue muy duro, era un tipo complicado, y después entendí que su abandono y su alejarse fue una manera de cuidarme también, porque él no podía estar conmigo. Entonces sanamos, me encontré en él. Para mí era más importante ver que mi papá era yo, y que yo soy lo que soy gracias a mi viejo, que quedarme resentida", narró la cantante.
Sobre su carrera musical, J Mena repasó: "Musicalmente arrancamos con 'La tonta' en julio de 2017, fue muy inesperado. Siempre me imaginé la música como un refugio para salir de esa popularidad de actriz, porque laburo desde los nueve años", dijo ella. "Me sentía muy querida como actriz y me daba miedo pasarme a cantante. Así que fue un proceso. En realidad no había escrito muchas canciones. Nunca me fijé si podía ser compositora, siempre fue un sueño cantar, desde muy chica".