En la tercera temporada de La casa de papel, el profesor y el resto de la banda quieren llevarse el oro del Banco de España. El plan tiene un escollo que parece difícil de superar: en caso de que alguien intente entrar en la cámara acorazada, ésta se inunda por completo. Atención: ¡alerta de spoilers!
Este mecanismo de seguridad es real, aunque el empleado en la serie se trata de un recurso peliculero para darle emoción al asunto. Según información facilitada por el mismo Banco de España, este sistema existe, aunque no de la manera en que aparece en la ficción.
La diferencia principal es que la cámara no es la sala que se inunda antes de que lleguen los atracadores, sino el foso de acceso, que no aparece en la serie. Es realmente un foso: hay incluso un puente retráctil por el que solo puede pasar una persona a la vez.
El agua que inundaría esta sala procede de dos arroyos subterráneos: Las Pascualas, que corre casi a nivel de superficie a lo largo del Paseo de la Castellana, y Oropesa, que baja por la calle Alcalá y alimenta la fuente de Cibeles. Ambos se hallan en Madrid.
Según explicó la entidad al diario español El País, este mecanismo de seguridad nunca se usó porque nunca se registró un intento de robo en el banco que tuviera como objetivo llevarse el oro.
La seguridad es el mayor motivo que impidió grabar la serie en el edificio: la tercera temporada no se rodó en el Banco de España. Tras intentos fallidos por conseguir esa locación, el sitio elegido fue, finalmente, el Ministerio de Fomento de Madrid.