La Inteligencia de Irán anunció este lunes que detuvo a 17 ciudadanos iraníes que trabajaban como espías para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y que algunos de ellos ya fueron condenados a muerte.
Estos espías formaban parte de una red de espionaje cibernético estadounidense que fue desmantelada por Irán hace algún tiempo, según revelaron el mes pasado las autoridades de ese país.
El jefe del antiespionaje del Ministerio de Inteligencia de Irán, cuyo nombre no es público, dijo este lunes en una rueda de prensa que aquellos que "habían colaborado consciente y deliberadamente (con la CIA)" fueron entregados al Poder Judicial y condenados a muerte o a "largas" penas de prisión.
El agente indicó que los sentenciados a la pena capital, de los que no dio la cifra exacta, fueron encontrados culpables de "corrupción en la tierra", un cargo que la jurisprudencia islámica castiga generalmente con la horca.
Los 17 detenidos no estaban en contacto entre ellos sino que cada uno se comunicaba con un agente de la CIA, y eran empleados en "centros del sector privado sensibles y vitales" del país, como por ejemplo del área nuclear y militar, explicó el agente.
Todos ellos recopilaban "información clasificada" y habían sido entrenados por oficiales de la CIA sobre cómo establecer una comunicación segura desde el interior de Irán hacia el extranjero.
Los espías contaban con documentos de identidad falsos, que la CIA ha dado la orden de eliminar tras ser desmantelada la red de espionaje, según los servicios secretos iraníes.