A nadie le gusta esperar. Seguramente terminás de cargar todos los productos que te querés llevar del supermercado y, antes de pararte en una fila para pagar, analizás cuál creés que irá más rápido. Y, más de una vez te habrá pasado que la que elegiste no avanza más, mientras que la de al lado, que la rechazaste porque creías que ibas a tener que estar una eternidad para que te atiendan, marcha con rapidez.
Hace tiempo que la ciencia se viene preguntando cómo elegir la fila que avance más rápido, sin embargo, no termina de llegar a una respuesta específica, sino que aparecen una serie de variables que no siempre funcionan.
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